El WindRunner: un avión gigante diseñado para contribuir a la transición energética global
El reto de transportar palas de aerogeneradores terrestres ha sido la inspiración de una empresa emergente estadounidense para diseñar esta aeronave. Sin dudas, una importante contribución al uso de energía limpia en nuestro planeta.
Ante la imperiosa necesidad de asumir la transición energética a fuentes renovables de baja o nula emisión de carbono, la energía eólica terrestre (onshore) ha visto reducir el costo de las tecnologías asociadas en más de un 60% en la última década.
Sin embargo, la instalación de los aerogeneradores terrestres continúa siendo un gran desafío por la complejidad en la logística de transporte de sus componentes hasta el lugar de emplazamiento. Las palas, con hasta 91 m de largo y 35 toneladas de peso, son las partes más difíciles de transportar por carretera, por lo que las instalaciones de aerogeneradores en el mar (offshore) han tomado ventaja.
Se propone una solución al transporte de las palas
Este problema por resolver ha sido el reto de la empresa emergente Radia, que ha centrado sus esfuerzos en el diseño WindRunner, una aeronave que ya es considerada la más grande del mundo. Este colosal avión de carga, que se espera esté volando dentro de cuatro años, tendrá 108,5 m de largo, y podrá transportar hasta 80 toneladas.
Los diseñadores del WindRunner son experimentados ingenieros aeroespaciales, que de conjunto con expertos en el campo de la energética, han tenido en cuenta los mínimos detalles que le permitirán convertirse en una solución única al transporte de las palas de grandes dimensiones, para emplazar aerogeneradores de mayor rendimiento.
Una muestra de ello es el novedoso sistema de carga a través de la puerta delantera, que permitirá no solo reducir los tiempos de manipulación en operaciones de carga y descarga, sino además garantizar una cuidadosa colocación para su transportación segura.
Está previsto que vuelen desde centros regionales, para entregar los componentes de los sistemas aerogeneradores directamente en los parques eólicos, ya que para su aterrizaje solo necesitan pistas de 1.800 m sin requerimientos especiales.
Qué tan lejos nos llevará el WindRunner
Para el 2027, cuando este gigante podrá volar, se estima que los socios de Radia (los cinco mayores fabricantes de turbinas del mundo) podrán construir sus turbinas XXL, a las que han nombrado GigaWind. Estas turbinas, cuyas palas podrán alcanzar los 104 m de longitud, podrán ser transportadas a los más lejanos lugares de la Tierra, para fomentar el uso de la energía del viento en la generación de la electricidad.
Según el Reporte Anual 2023 de la Global Wind Energy Council en el 2022 se instalaron nuevas capacidades de generación eólica por 78 GW (GigaWatts) en el mundo. Durante el pasado año, cifras aún sin confirmar, apuntaban a que 100 GW se añadieron a la matriz energética global desde parque eólicos, y se prevé un incremento interanual de un 15%. Se espera que hasta el 2030 se añadirán 1078 GW provenientes de la energía del viento.
Solo cinco países (China, Estados Unidos, Brasil, Alemania y Suecia) concentran el 71% de la energía eólica generada a escala global, aunque se espera que a partir del 2024 países europeos como España, Italia, Reino Unido y Francia tendrán un despegue la instalación de sistemas eólicos terrestres. En Latinoamérica se deben incorporar 26,5 GW en los próximos 5 años, siendo Brasil, Chile y Colombia los que aportarán el 78% de ese incremento a la matriz energética regional.
Sin dudas el desarrollo del proyecto WindRunner encabeza los esfuerzos para alcanzar un mundo donde el uso de las energías renovables y limpias nos permitan pensar en un futuro para nuestra Madre Tierra.