El telescopio más grande del mundo, el ELT, tendrá casa en Chile

Desde su invención hace más de 400 años, los telescopios no han dejado de evolucionar con el paso del tiempo, hasta llegar a los gigantes emplazados hoy en día en lugares con cielos privilegiados, como es el caso del Very Large Telescope, en cerro Paranal, Chile, o los que se encuentran en órbita, como el reciente James Webb.

El Telescopio Extremadamente Largo (ELT, por sus siglas en inglés) del Observatorio Europeo Austral (ESO), que estará ubicado en el cerro Armazones, Chile, se encuentra aún en su fase constructiva. Tan pronto como en 2025 entrará en funcionamiento. A pesar de los atrasos ocasionados por la pandemia del COVID-19, se han realizado esfuerzos para mantener en marcha el proyecto. Tras la reanudación de las obras a mediados del 2021, en enero se ha terminado de construir la base del “ojo” más grande de la Tierra con mira al espacio profundo.

En China se encuentra el radiotelescopio más grande del mundo: FAST cuenta con un perímetro de 1,6 km y un diámetro de medio kilómetro. Pero pronto tomará su lugar el ELT. Una vez terminado, será el “ojo” gigante del cielo que contará con tecnología avanzada de óptica adaptativa para corregir las distorsiones causadas por la atmósfera en las observaciones, permitiendo imágenes muy nítidas.

Una gran cúpula cubrirá el ELT, protegiéndolo de las condiciones extremas del desierto más árido del mundo. La estructura principal del telescopio albergará sus cinco espejos y ópticas, incluido el enorme espejo primario de 39 metros, informa el ESO. Será un telescopio reflector completamente direccionado con tecnología sofisticada y sistema de control moderno para observar los detalles que nunca se han podido captar.

¿Cómo funciona un telescopio?

Para entender cómo funciona un telescopio, primero pensemos en nuestro campo visual. ¿Hasta dónde puede observar el ojo humano? Interpretando su comportamiento, esta invención pudo mejorar sus aptitudes a lo largo de la historia.

El ojo se compone por la pupila (que actúa como lente) y la retina (que refleja la luz). Al observar un objeto a lo lejos, la luz que este emite es escasa. La lente natural de nuestro ojo refleja una imagen muy pequeña en la retina. Si el objeto se acerca, la luz que emite será mayor y se verá mejor. El telescopio nos ayuda a observar a lo lejos usando lentes y espejos que captan toda la luz posible emitida por un objeto, enfoca su radiación y la dirige a nuestro ojo.

Los tipos principales de telescopios son el refractor y el reflector. El primero está compuesto por un conjunto de lentes que captan la luz y la concentran en el foco, donde se encuentra el ocular. Dados sus defectos por cromatismo, surge el reflector, compuesto por un espejo cóncavo situado en el extremo inferior del tubo, que concentra la luz y la dirige hacia un espejo secundario plano de menor tamaño situado en la boca del tubo, que rebota la luz a 45º y la dirige hacia el ocular.

En la observación astronómica se emplean para explorar el Sistema Solar y el espacio profundo, captando imágenes de planetas, estrellas, galaxias, agujeros negros, además de ser útiles en estudios de cosmología y otras ramas. El ELT conducirá a un mayor conocimiento astrofísico, ya que brindará las vistas más nítidas de los objetos cósmicos.