En el exoplaneta WASP-76b llueve tanto como en la Tierra pero ¡cae hierro fundido en vez de agua!
Entre los descubrimientos más increíbles del cosmos destaca el del extraño proceso de lluvia en un exoplaneta ubicado a casi 640 años luz de la Tierra. ¿Cómo es posible que precipite hierro fundido en este sitio?
El exoplaneta WASP-76b fue descubierto en el año 2016, por medio de la técnica de detección de tránsitos. Se trata de un gigante gaseoso, similar a Júpiter en dimensiones, pero con una órbita mucho más corta alrededor de su estrella: tarda solo dos días en dar una vuelta.
Lo sorprendente de este mundo distante es su gran recubrimiento de hierro y las altas temperaturas que alcanza en su superficie. Precisamente, estos son los ingredientes principales que dan vida a la extraña lluvia de WASP-76b.
Existe otra peculiaridad con este exoplaneta, y es que su cara visible siempre está apuntando a su estrella —algo conocido como acoplamiento de marea o rotación sincrónica— lo que significa que el lado diurno está permanentemente recibiendo radiación.
Debido a la cercanía a su estrella principal, en este exoplaneta se sobrepasan los 2.400 grados Celsius en su lado diurno, mientras que en su lado nocturno las temperaturas descienden incluso 1.000 grados. Estas diferencias térmicas permiten vaporizar de día los metales y obtener un efecto de condensación y producción de lluvias en la noche.
En estudios anteriores se ha analizado la composición química de este planeta y para ello se ha empleado el instrumento ESPRESSO (Espectrógrafo Echelle para Exoplanetas Rocosos y Observaciones Espectroscópicas Estables), en el Very Large Telescope Project (VLT) del Observatorio Europeo Austral en Chile. De estos resultados, se ha extraído información valiosa sobre la lluvia de hierro en WASP-76b.
¿Qué está pasando en la atmósfera del exoplaneta WASP-76b?
Inicialmente, el doctor David Ehrenreich, en su estudio del 2020, se basó en la hipótesis de que "el hierro se condensa en el lado nocturno, que, aunque es caliente y alcanza los 1.400°C, es lo suficientemente frío como para que el hierro pueda condensarse en forma de nubes, como la lluvia, posiblemente como gotas".
Al año siguiente (2021), un equipo internacional de científicos realizó un importante hallazgo en la composición atmosférica de este mundo. Detectaron en su atmósfera calcio ionizado y sodio, lo que supone que "las capas superiores de la atmósfera pueden ser incluso más calientes de lo que se sabía anteriormente", comentó Harold Tanner, profesor de la Universidad de Cornell, algo que favorece el incremento de los vientos superiores, que pueden alcanzar valores de 18.000 kilómetros por hora o más.
El calor abrasador del exoplaneta permite que haya un océano de hierro fundido en su superficie. Por las altas temperaturas, el hierro pasa a la fase gaseosa y sigue un ciclo similar al del agua en la Tierra. A pesar de no ser posible la exploración de este planeta y la toma de muestras, estos estudios de su composición con telescopios ayudan a comprender mejor los entornos hostiles del universo.