Sudamérica: mamífero es encontrado a 6.739 m de altitud
Un ratón sudamericano batió el récord como el mamífero que vive a mayor altura. Fue encontrado por escaladores en la cima de uno de los volcanes más altos del mundo, ubicado en la frontera entre Chile y Argentina.
Este ratón se conoce popularmente con los nombres de pericote panza gris, lauchón orejudo amarillento o pericote austral (Phyllotis xanthopygus rupestris). Pero lo que vuelve único a este mamífero es que se lo vió a la sorprendente altitud de 6,739 metros sobre el nivel del mar, en la cumbre del Volcán Llullaillaco entre la Provincia de Salta (Argentina) y la Región de Antofagasta (Chile). A modo de comparación, el Monte Everest tiene 8.848 metros de altura.
Es realmente asombroso que alguien pueda vivir a casi 7.000 metros, donde solamente hay alrededor del 44 % del oxígeno disponible a nivel del mar, las temperaturas rara vez superan los 0°C y pueden descender hasta los -60°C. Estas condiciones hacen muy difícil mantener cualquier tipo de actividad física, o actividad mental para el caso.
Lo sorprendente de este ratón es que no solamente vive muy alto, sino que está adaptado a una amplia gama de territorios a diferentes altitudes. El roedor se distribuye desde el sur de Argentina, donde se lo puede encontrar a nivel del mar en la provincia de Santa Cruz, hasta los terrenos más elevados de la cordillera de Los Andes de Chile, Argentina, Bolivia y Perú. Los investigadores ahora planean buscar cambios genéticos que puedan haber equipado a estos animales para sobrevivir a diferentes alturas.
El descubrimiento
El primer avistamiento de este mamífero ocurrió en 2013 y fue algo inesperado. Sucedió cuando un médico y un antropólogo escalaban la cima del Llullaillaco, no en busca de ratones sino de momias. Ese lugar es el sitio arqueológico más alto del mundo donde se encontraron momias de niños casi perfectamente conservadas.
Mientras exploraban la mejor forma de llegar a la cima, uno de ellos vio que algo se movía entre las piedras. En un primer momento pensó que la falta de oxígeno le estaba jugando una mala pasada y ese ratón era producto de su imaginación, ya que la última vez que habían visto otro ser vivo había sido a los 4.500 m de altura, así que ese mamífero no tenía mucho sentido. Afortunadamente, había una cámara encendida grabando todo lo que ocurría.
Ese vídeo motivó a un equipo de biólogos y médicos a realizar una nueva expedición científica en febrero de 2020 para estudiar y comprender a este mamífero. En total avistaron unos 80 ratones, algunos de ellos habitando a alturas que superaban con creces todos los registros basados en especímenes del Himalaya, como es el caso del Pica de orejas largas, el mamífero poseedor del récord anterior.
Este descubrimiento sugiere que generalmente se subestiman los límites del rango altitudinal y las tolerancias fisiológicas de los pequeños mamíferos, simplemente porque las inhóspitas altas cumbres del mundo todavía permanecen relativamente poco exploradas por la ciencia.