Energía agrovoltaica: ¿respuesta efectiva al cambio climático?
En la última década se ha extendido la aplicación de esta técnica en la que se vinculan la generación de energía y las actividades agrícolas y ganaderas. ¿En qué consiste? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Cómo inciden para lograr una agricultura sostenible? Estas respuestas y más las encontrarás aquí.
Las actividades del sector agrícola y el consumo de combustibles sólidos son dos grandes contribuyentes a la emisión de gases de efecto invernadero, y por tanto inciden en el calentamiento global. Desde hace varios años se han venido desarrollando alternativas en ambos sectores con el fin de reducir su impacto en el cambio climático.
La generación de energía eléctrica a partir de la luz solar (energía fotovoltaica) y diversas técnicas para contrarrestar la degradación y erosión de los suelos son algunas de ellas. La combinación de técnicas para desarrollar una agricultura sostenible y el uso de fuentes de energía renovable, han sido prioridad de muchos países desde hace varias décadas. La generación de energía agrovoltaica es una de esas iniciativas.
¿En qué consiste la energía agrovoltaica?
Cuando se hace referencia a la energía agrovoltaica o agrofotovoltaica es aquella que se genera en paneles solares ubicados en los mismos terrenos usados para la producción agrícola. Es decir, los paneles solares conviven con los cultivos en una misma superficie, y les proporcionan sombra, protegiéndolos del impacto de golpes de calor, del frío o de lluvias intensas.
Por otra parte, las necesidades energéticas de las zonas de explotación agrícola pueden cubrirse con la electricidad generada por los paneles solares, y harían sustentable la aplicación de las nuevas tecnologías para el desarrollo del “Smart farming” o agricultura de precisión.
Si tenemos en cuenta que hoy la industria alimentaria, estrechamente ligada a la agricultura y la ganadería, es responsable del 30% del consumo energético mundial y del 22% de los gases de efecto invernadero vertidos a la atmósfera, la energía agrovoltaica incidirá favorablemente en reducir su impacto negativo al medio ambiente.
¿Cómo se implementa un sistema agrofotovoltaico?
Se pueden usar soportes fijos para instalar paneles solares a una altura que permita la circulación de maquinaria agrícola entre los cultivos, o fijarlos a los techos de invernaderos. Otra solución es instalar los paneles sobre cables elevados, de tal manera que puedan desplazarse y ajustar su ángulo de exposición, controlados por un software que tiene en cuenta las necesidades del cultivo y las condiciones ambientales.
Ya se desarrollan paneles fotovoltaicos con polímeros semitransparentes que permitirán el paso de longitudes de onda necesarias para la fotosíntesis a la vez que son capaces de absorber el resto para generar energía. Esto sin dudas, dará un gran impulso a la aplicación de la energía agrovoltaica en la agricultura en un breve plazo.
Ventajas y desventajas
La mayor ventaja de la implementación de estos sistemas está en el plano medioambiental por su impacto en la reducción de las emisiones gases de efecto invernadero, además de optimizar el uso de las cada vez más escasas tierras cultivables.
No obstante, la sombra de los paneles afecta la productividad de algunos cultivos, por lo que se deberá optar por plantas más resistentes y menos dependientes de la luz solar. En latitudes donde las radiaciones solares no son iguales durante todo el año la rentabilidad agrícola pudiera verse afectada, por lo que la combinación con otras técnicas deberían minimizar estos inconvenientes.
Algunos detractores apuntan al impacto paisajístico de campos cubiertos de paneles, pero aún está por ver en los próximos años si se impone la energía agrofotovoltaica como solución a uno de los graves problemas que pone en riesgo la supervivencia humana.