¿Es posible revertir la destrucción de las selvas tropicales del mundo?
La deforestación de los bosques tropicales continúa amenazando la biodiversidad y los ecosistemas vitales. ¿Podrían las iniciativas científicas y de conservación cambiar la situación?
Las selvas tropicales a menudo se describen como los “pulmones de la Tierra”. Estos ecosistemas albergan más del 50% de la biodiversidad mundial, al tiempo que proporcionan servicios vitales como la regulación del clima, el suministro de agua potable y recursos medicinales.
Pero hoy están seriamente amenazados: cada año perdemos casi 10 millones de hectáreas de bosques, el equivalente a un campo de fútbol cada seis segundos.
Comprender los impactos de la deforestación
Las principales causas de la destrucción de los bosques tropicales incluyen la deforestación intensiva, a menudo ilegal, y la conversión de tierras en plantaciones agrícolas, en particular para la producción de aceite de palma.
Tomemos el ejemplo de Borneo, una isla donde la deforestación ha alcanzado proporciones dramáticas. En la década de 1970, la isla estaba cubierta de vastas y exuberantes selvas tropicales. Hoy en día, el 75% de las plantaciones de aceite de palma han reemplazado estos bosques primarios que todavía estaban intactos hace apenas 55 años.
Para comprender mejor el impacto de estas transformaciones, un estudio reciente publicado en la revista Science comparó los efectos de la tala y la conversión a palmerales. Si la tala altera los bosques, la transformación en monocultivos provoca cambios mucho más profundos.
Los bosques, ricos en biodiversidad, albergan microorganismos esenciales así como especies emblemáticas como los cálaos, pero los palmerales, aunque rentables, son monocultivos empobrecidos, que requieren grandes cantidades de productos químicos.
Además de su impacto en la biodiversidad, los bosques primarios desempeñan un papel clave en la regulación del suelo, el agua y el clima. Su desaparición contribuye al 12% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), amplificando el calentamiento global.
Incluso degradados por varios ciclos de explotación, estos bosques siguen siendo preciosos. Conservan una biodiversidad mucho más rica que las plantaciones agrícolas y continúan proporcionando servicios ecosistémicos esenciales.
¿Existen soluciones para revertir la tendencia?
Si queremos salvar las selvas tropicales, es imperativo actuar en varios frentes:
Conservación y restauración forestal
La preservación de los bosques primarios es una máxima prioridad. Estos bosques son irremplazables y contienen las especies más vulnerables. Es necesario fortalecer políticas de protección estrictas y la financiación internacional para evitar su conversión en tierras agrícolas.
Además, la restauración de bosques “sobreexplotados” ofrece una estrategia prometedora. Estudios realizados en Malasia muestran que después de un período de degradación, los bosques pueden regenerarse si no se convierten en plantaciones. Esto requiere esfuerzos a largo plazo, incluidos proyectos de reforestación que utilicen especies locales para recrear un hábitat complejo.
Reforma en la agricultura y las industrias extractivas
Aunque es muy productivo, el cultivo de aceite de palma sigue siendo hoy en día ecológicamente destructivo. Promover prácticas sostenibles, como el uso de tierras ya degradadas en lugar de bosques primarios, podría reducir significativamente su impacto ambiental.
Al mismo tiempo, fomentar la certificación del aceite de palma sostenible (RSPO) y apoyar iniciativas que combatan las plantaciones ilegales son acciones igualmente esenciales.
Además, para reducir la agricultura intensiva que contribuye a la deforestación, se deben promover alternativas agrícolas más respetuosas con el medioambiente. Esto incluye modelos como la agroforestería, donde los árboles se integran en las granjas, y la agricultura regenerativa, que preserva la fertilidad del suelo sin recurrir a prácticas destructivas.
Las políticas agrícolas de incentivo deberían promover estos modelos, en particular mediante subsidios y créditos para los agricultores que adopten prácticas sostenibles.
Soluciones basadas en la naturaleza y la movilización colectiva
Por un lado, algunos proyectos de restauración pretenden convertir plantaciones económicamente marginales en bosques. Por ejemplo, se puede dejar que las tierras alejadas de la costa o las áreas de difícil acceso se regeneren de forma natural, lo que puede restaurar los servicios ecosistémicos y al mismo tiempo mantener cierto nivel de productividad económica.
Por otra parte, la demanda mundial de productos como el aceite de palma, la soja, el cacao y el café juega un papel importante en la deforestación. Es esencial aumentar la presión sobre las empresas para que adopten cadenas de suministro responsables.
Los consumidores, al tomar decisiones informadas, también pueden reducir la demanda de estos productos resultante de la deforestación. Fomentar la compra responsable y apoyar iniciativas de trazabilidad de productos son palancas poderosas.
Colaboraciones internacionales
La esperanza también reside en los esfuerzos de cooperación global. Los gobiernos de todo el mundo deben trabajar juntos para implementar políticas públicas ambiciosas para reducir la deforestación y proteger los ecosistemas críticos.
Estas lecciones pueden aplicarse en otras regiones tropicales, como la Amazonia o la cuenca del Congo. Para que estas soluciones sean efectivas a escala global, es necesario fortalecer la investigación científica, capacitar a las comunidades locales y garantizar una financiación estable para apoyar las iniciativas de preservación.
Establecer alianzas público-privadas sólidas podría incentivar la inversión en soluciones sostenibles, al tiempo que se garantizan medidas regulatorias estrictas a nivel internacional.
Fuentes y referencias de la noticia
Charles J. Marsh et al., Tropical forest clearance impacts biodiversity and function, whereas logging changes structure. Science 387,171-175(2025).