Esférica, plana o como un huevo: ¿cuál es la verdadera forma de la Tierra?

Probablemente creciste con la idea de que la Tierra es redonda, o que tiene forma esférica. La suposición no se aleja de la realidad, sin embargo existen ciertos abultamientos en su superficie que impiden la suavidad de su curva.

Tierra
Siempre hemos visto la representación de la Tierra, o las fotos desde el espacio, con una forma esférica. ¿Será realmente así? ¿Qué le hace cambiar?

El pasado lunes 01 de abril, la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) publicó en su cuenta de X –antiguo Twitter– un anuncio que sorprendió a varios usuarios.

"Un nuevo análisis de datos de ESA revela que nuestro planeta tiene forma de huevo": con este mensaje, la ESA parecía indicar un nuevo descubrimiento. Pero... sorpresa, el anuncio fue posteado durante el "April Fool’s Day" o "Día de los Inocentes", celebrado cada 01 de abril en varios países. Así que si caiste, no importa, porque hoy aprenderás cuál es la verdadera forma del planeta Tierra.

Esta es la forma real de la Tierra

La Tierra no tiene exactamente forma de huevo, sino que se asemeja a un esferoide oblato. ¿Qué significa esto? Por estudios realizados, se puede inferir que nuestro planeta tiene una forma casi esférica pero abultada por el ecuador y achatada por los polos.

geoide Tierra
Nuestro planeta tiene una forma que se ajusta al perfil de un esferoide oblato. En la imagen, se observa un modelo de geoide estimado por datos obtenidos del satélite GOCE en 2011. Crédito: ESA

Otra manera de abordarlo es comparándola con un elipsoide. Llegados a este punto, la NOAA especifica que, incluso así, un elipsoide no representa adecuadamente la forma única y siempre cambiante de la Tierra. Existen muchas irregularidades en su superficie que son provocadas por distintas fuerzas. Descubramos cuáles.

¿Qué hace que la Tierra tenga esta forma?

La forma de elipsoide irregular se debe a la rotación de la Tierra. Todo cuerpo sólido como nuestro planeta que rote sobre su eje, experimenta una fuerza que impulsa la materia hacia afuera desde su centro de rotación: la fuerza centrífuga. Este efecto provoca el desplazamiento de la materia hacia el ecuador, lo que permite el ligero abultamiento en esta zona y el achatamiento en los polos.

Por otro lado, las montañas y fosas oceánicas deforman aún más el planeta. El nivel del mar es bastante irregular: las pequeñas variaciones del campo de gravedad producen crestas y valles en la superficie oceánica de más de 100 metros.

Es un hecho: la materia no se distribuye uniformemente en toda la orbe, lo que hace que no tenga un contorno suave. Además, las masas de agua cambian constantemente por el movimiento del viento y las corrientes.

Algo importante a considerar es que la Tierra está en constante cambio. El planeta puede sufrir variaciones lentas y constantes, como con la deriva de las placas tectónicas o el derretimiento de una gran capa de hielo que modifica el límite de la corteza terrestre.

Pero también puede variar de forma repentina y violenta por los terremotos, erupciones volcánicas o incluso por el impacto de un meteorito. Entonces, ¿de qué forma podríamos decir que es la Tierra?