Este es el raro y fascinante gato de las arenas, el animal más misterioso de los desiertos

El gato de arena es un animal acostumbrado a vivir en un entorno especialmente extremo, como el del desierto. Puede soportar temperaturas muy abrasadoras, por sobre los 50°C a plena luz del día, en ausencia de agua.

gato de arena
Ejemplar de gato de arena descansando. Fuente de la imagen Wikipedia.

Hay varios animales que se han adaptado a la vida en el desierto. Entre estos, el gato de arena (Felis margarita) es sin duda el más particular. Estos hermosos gatos viven exclusivamente en desiertos arenosos, entre las dunas del desierto.

El gato de arena puebla hoy gran parte de los desiertos africanos, en particular el Sahara argelino, la zona comprendida entre Níger, Malí y Marruecos, toda la zona desértica de la Península Arábiga, y las zonas esteparias y semidesérticas entre Turkmenistán, Irán, Pakistán y Afganistán.

Animal acostumbrado al clima extremo de los desiertos

El gato de arena es un animal acostumbrado a vivir en un entorno especialmente extremo, como el del desierto. Puede soportar temperaturas muy abrasadoras, pudiendo alcanzar valores superiores a 50°C a plena luz del día, en ausencia de agua.

Esto es posible a que posee un cuerpo perfecto, especial para afrontar las adversidades del desierto, en particular las orejas y las patas. Este animal, de hecho, tiene grandes orejas puntiagudas dotadas de ampollas timpánicas muy desarrolladas, más que cualquier otro felino. Esto asegura que el animal tenga un oído excepcional capaz de localizar presas escondidas bajo la arena durante la noche.

La peculiaridad de las patas

Las patas de esta especie de gato, adaptada a la supervivencia en el desierto, a diferencia de otros felinos, tienen un pelo largo y espeso entre los dedos que cubre la palma de la pata, aislándola y protegiéndola durante los movimientos sobre la arena caliente.

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Un gato de arena bebé saliendo de su guarida. Fuente de la imagen Wikipedia.

Una medida ingeniosa para los animales que, sin embargo, pone en dificultades a los científicos, especialmente a quienes investigan la especie. Seguir las huellas de un gato de arena es una tarea muy ardua y difícil de realizar: el pelo espeso, que actúa como suela en la arena, borra todo tipo de huellas.

Largos periodos sin beber líquidos

Al vivir en uno de los desiertos más inhóspitos de la Tierra, como es el Sahara, el animal es capaz de resistir periodos muy largos sin beber agua. Esto se debe a que obtiene buena parte de su agua de las presas de las que se alimenta, como lagartos, pequeñas serpientes o pájaros.

Por ello, se les considera carnívoros oportunistas que toman lo que encuentran en su árido hábitat. Además, este animal también es un excelente excavador. Cuando el Sol comienza a quemar las extensiones desérticas, comienza a cavar hoyos en la arena, para resguardarse del calor asfixiante, propio de los desiertos en las horas centrales del día.

Especie solitaria, muy rara de observar

Excepto sólo durante el período reproductivo, el gato de arena lleva gran parte de su vida en solitario, desplazándose por territorios muy extensos. Es por esto que es un animal aún poco conocido y poco monitoreado por los científicos. Además, monitorear a un animal en un ambiente hostil como el desierto es casi imposible.

Hoy sabemos muy poco sobre sus hábitos y comportamientos. Muchos aspectos de la vida reproductiva están envueltos en un velo de misterio. Además, también se ha descubierto que por las noches los gatos de arena cierran los ojos y si se acerca una persona, resulta casi imposible identificarlos ya que se camuflan perfectamente con el entorno.

El ser muy tímido con los humanos y vivir en espacios desérticos muy amplios representa una gran ventaja para esta especie. Recientemente, según varios estudiosos, la población real de gatos areneros es superior a todas las estimaciones anteriores.