Evolución sorprendida en el acto: los científicos describen un grupo de hongos vegetales ecológicamente dinámico
Un equipo internacional de investigadores cree que, están observando el desarrollo evolutivo de un intrigante grupo de hongos en su transición de la interacción con materia orgánica, no viva a la viva.
Dentro del ámbito definido de la clasificación científica, el grupo de hongos micénicos representa un desafío intrigante. Si bien los hongos generalmente se agrupan en tres nichos ecológicos: hongos descomponedores ( saprotróficos ), mutualistas o parásitos, las investigaciones sugieren que Micenas está atravesando los confines de esos nichos mientras hablamos.
Desentrañando las relaciones hongos-plantas
El grupo de hongos Micenas pertenece a la familia Mycenaceae, característicos por tallos delicados y cabezas cubiertas que se asemejan a pequeños gorros. Estos hongos alguna vez se establecieron como puramente saprotróficos, lo que significa que descomponen la madera y la hojarasca, disolviendo y absorbiendo la materia como una solución líquida y luego liberando nutrientes nuevamente al suelo.
Básicamente, se pensaba que vivían de materia orgánica muerta. Sin embargo, han salido a la luz investigaciones que indican que ciertas especies de Micenas viven en una relación mutualista con diferentes especies de plantas, de forma muy parecida a los hongos micorrizos.
Las especies de micorrizas forman relaciones simbióticas mutualistas con las raíces de las plantas, facilitando el intercambio de nutrientes, que es vital para la salud y el crecimiento de numerosas especies de plantas. Ciertas especies de hongos micorrízicos son parásitos de sus huéspedes.
Estudios anteriores de Mycena en el ambiente de laboratorio confirman que podrían invadir las raíces de plantas vivas cultivadas en placas de Petri. Los estudios aún tienen que proporcionar pruebas de este comportamiento invasivo en las raíces de las plantas silvestres.
Los investigadores del presente estudio investigaron el papel ecológico de los hongos micénicos, desafiando su clasificación tradicional como descomponedores. Examinaron si Mycena podría invadir plántulas vivas en entornos naturales.
Mediante análisis genéticos de raíces de plantas silvestres, encontraron Mycena en 9 de cada 10 especies de plantas en diversos entornos. Los estudios de ADN confirmaron su presencia constante en las raíces de las plantas vivas, lo que sugiere un cambio evolutivo hacia plantas vivas invasoras.
Ecológicamente adaptable
El estudio a pequeña escala subraya la adaptabilidad ecológica de los hongos, lo que indica que Mycena podría estar desarrollando capacidades micorrízicas. Se observó que algunas Micenas intercambiaban nitrógeno con carbono de las plantas, lo que sugiere una posible relación mutualista. Los investigadores propusieron una conexión entre esta adaptación y las plantaciones cultivadas por humanos, donde Mycena podría invadir más fácilmente los árboles jóvenes en comparación con los bosques antiguos.
La ausencia de Mycena en árboles maduros de un parque nacional contrastaba con la fuerte infección en árboles de una plantación forestal. Esto llevó a la hipótesis de que las actividades humanas, como las plantaciones de monocultivos, podrían desempeñar un papel en esta adaptación.
Aunque se necesita más investigación, el estudio, publicado en Environmental Microbiology , sugiere un vínculo potencial entre los entornos influenciados por el hombre y la evolución de las funciones ecológicas de los hongos Micenas.