¿Existe alguna manera de calmar el hipo rápidamente? Esto dice la ciencia
En algún momento de nuestra vida, todos hemos sido atormentados por un ataque repentino de hipo, y siempre hubo alguien para sugerirnos cómo deshacernos de él. Pero, ¿cuál es la mejor manera de ponerle fin?
No hay nada más divertido que un ataque de hipo…si le pasa a otro, por supuesto. Para el que lo padece, es una situación molesta y, por qué no, algo vergonzosa. Y es que esta condición, que es algo completamente natural, casi siempre llega en el momento más inoportuno.
El hipo es un acto reflejo, completamente involuntario. La medicina los describe como “la aparición repentina de una contracción errática de los músculos diafragmáticos e intercostales, seguida inmediatamente por el cierre de la laringe.”
El diafragma es un músculo en forma de bóveda que se encuentra en la parte baja del pecho y casi siempre funciona a la perfección. Desciende cuando se inhala para ayudar a llenar de aire los pulmones, y se relaja cuando se exhala, para que el aire salga a través de la nariz y la boca.
Pero a veces este músculo se irrita y desciende de forma brusca, lo que hace que entre aire de golpe. Cuando el aire pasa por la garganta repentinamente choca contra la laringe, las cuerdas vocales se cierran súbitamente, y se produce ese sonido tan característico: ¡HIP!
Casi todos los episodios de hipo duran sólo unos minutos, aunque en algunos casos pueden durar días o, incluso, semanas. Sin embargo, esto se trata de algo muy poco habitual y que suele ser un síntoma de otro problema médico.
¿Qué causa el hipo?
El hipo puede comenzar y terminar sin una causa aparente. Pero a menudo ocurre cuando algo irrita su diafragma, como:
- Comer demasiado rápido
- Comer mucho
- Tragar aire al mascar chicle
- Beber alcohol
- Tomar bebidas carbonatadas
- Enfermedades que irritan los nervios que controlan el diafragma
- Sentirse nervioso, emocionado o estresado
- Hinchazón del estómago
- Ciertos medicamentos
- Cirugía abdominal
- Trastornos metabólicos
- Trastornos del sistema nervioso central
Cómo quitar el hipo
La gran mayoría de los ataques de hipo desaparecen sin ningún tipo de intervención ni consecuencias. Pero debido a la incomodidad, es normal que existan varios remedios caseros para calmarlos.
La verdad es que hay pocas curas médicas concretas para el hipo, pero los expertos saben que lo ideal para detenerlo implica una intervención en el diafragma, el nervio vago y/o el nervio frénico. Y hay algunas cosas que podemos hacer para ello:
Respirar profundamente
Hay varias versiones sobre esta técnica para frenar el hipo:
- Respirar profundamente mientras se inclina la cabeza hacia atrás.
- Inhalar profundamente, tragar aire, retenerlo todo lo que se pueda.
- Aguantar la respiración y tragar saliva cuando se sienta que se avecina un hipo.
Por más ridículo que parezca, estos métodos tienen una base científica. "Cualquier cosa con inhalación, exhalación intensa y retención de la respiración significa actividad del músculo del diafragma... significa actividad del nervio frénico", explica el Dr. Ali Seifi , director de Neuro-ICU y profesor asociado en el departamento de neurocirugía del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio.
Al activarlos, se puede "engañar al nervio frénico y alejar al diafragma de esos espasmos intencionales llamados hipo para que se olvide de tener espasmos".
Cuanto más trague, más tiempo contenga la respiración o más fuerte sea la estimulación, mejor funcionará.
Beber agua
También hay variantes:
- Beber agua mientras se está sentado e inclinado
- Beber agua del lado equivocado del vaso
- Beber agua mientras se tapa los oídos.
- Beber agua mientras se gira el vaso.
- Beber 10 pequeños sorbos de agua sin parar
La deglución también activa el nervio vago, que está conectado con el hipo. “El plus de esto es agregar algunas tareas difíciles, como pararse sobre una pierna, beber boca abajo o girar el vaso para distraer al cerebro y ayudar a calmar el hipo", afirmó el Dr. Seifi. Por otro lado, taparse los oídos ayuda a aumentar la succión y favorece el control del diafragma.
Una distracción
Hay varias maneras:
- Asustarse
- Pensar en vacas
- Nombrar siete hombres calvos que conozcas
- Hacer que alguien te exija que tengas hipo
“Tener miedo es otro desencadenante del nervio vago, y aunque las vacas y los hombres calvos no tienen nada que ver con el hipo, te piden que te concentres en otra cosa", dijo Seifi.
Esa combinación de concentración y distracción puede ayudar a “reiniciar el cerebro para detener el hipo. No se sabe exactamente cómo, pero puede funcionar”, dijo Seifi.
Una cucharada
Estos métodos funcionan (supuestamente) por diferentes razones, donde la cuchara tiene poco que ver:
- Comer una cucharada de azúcar.
- Comer una cucharada de mantequilla de maní
- Chupar una rodaja de limón
Los cítricos y las cosas ácidas también activan el nervio vago, lo que ayuda a controlar el hipo, dijo Seifi.
Mientras que el azúcar y la mantequilla de maní no se absorben fácilmente, requieren succión para enviarla gradualmente a la garganta. Esa fuerte succión activa los músculos para tragar y nuestro buen amigo, el nervio vago.
Aunque estos métodos tienen una explicación científica, no siempre se obtienen los resultados esperados. Sin embargo, en un momento de hipo todos recurrimos a alguno de ellos. ¿Cuál es tu favorito?
Referencia de la noticia:
https://edition.cnn.com/2022/03/04/health/hiccups-cures-wellness/index.html