Flores comestibles: sorpréndete con los sabores del jardín
Las flores comestibles no solo embellecen los platos, también aportan sabores y nutrientes únicos. Descubre algunas de las más populares y cómo integrarlas en tu cocina diaria.
El uso de flores comestibles en la gastronomía ha ganado popularidad, ofreciendo una manera innovadora de añadir color, sabor y textura a los platos. Además, muchas de estas flores aportan beneficios nutricionales, como vitaminas y antioxidantes.
Si bien algunas de estas flores han sido consumidas durante siglos, recientemente han vuelto a brillar en las cocinas de todo el mundo, tanto en restaurantes como en hogares.
Esta tendencia refleja no solo un interés en la estética, sino también en aprovechar al máximo los ingredientes naturales y sostenibles. Sin embargo, no todas las flores son aptas para el consumo, por lo que es importante conocer cuáles son seguras y cómo prepararlas correctamente.
Capuchina (Tropaeolum majus)
De coloridas flores que varían entre tonos anaranjados, rojos y amarillos, la capuchina es muy apreciada por su sabor ligeramente picante y sus beneficios para la salud. Rica en vitamina C, es ideal para reforzar el sistema inmunológico y mejorar la salud de la piel. También posee propiedades antibacterianas y digestivas.
Se puede añadir a ensaladas para darles un toque de color y sabor, o decorar platos principales. Sus hojas también son comestibles y tienen un sabor similar al berro.
Caléndula (Calendula officinalis)
La caléndula, con su vibrante color naranja o amarillo, es una flor versátil tanto en la cocina como en la medicina tradicional. Es rica en antioxidantes, especialmente carotenoides, que son beneficiosos para la vista y la piel. También tiene propiedades antiinflamatorias.
Sus pétalos se utilizan a menudo en ensaladas, arroces y sopas para añadir color y un sabor suave que recuerda al azafrán. También se pueden usar en infusiones.
Pensamiento (Viola tricolor)
El pensamiento es una flor pequeña y delicada, conocida por su variedad de colores y su suave sabor. Aporta vitamina C y antioxidantes, lo que ayuda a proteger las células del cuerpo contra el daño oxidativo.
Se utiliza principalmente para decorar postres, ensaladas y bebidas, aportando un toque dulce y sutil. También se puede cristalizar para utilizar en repostería.
Rosa (Rosa spp.)
Las rosas no solo son estéticamente agradables, sino que también son comestibles. Sus pétalos tienen un sabor suave y floral, y son ricos en vitamina C, lo que favorece el sistema inmunológico y la salud de la piel.
Los pétalos de rosa se utilizan para adornar postres y ensaladas. También se pueden hacer mermeladas, jaleas y aguas saborizadas con un toque exótico.
Hibisco (Hibiscus sabdariffa)
El hibisco es conocido por sus flores grandes y de colores vibrantes. Se utiliza en la preparación de infusiones, y es rico en antioxidantes y vitamina C. Además, se ha relacionado con la reducción de la presión arterial y la mejora de la salud cardiovascular.
Las flores secas de hibisco se usan para hacer té o agua fresca, aportando un sabor ligeramente ácido. También puede utilizarse en mermeladas y salsas.
Flor de Calabaza (Cucurbita spp.)
Muy popular en la gastronomía mexicana e italiana, la flor de calabaza es suave y delicada en sabor. Aporta una buena cantidad de fibra, vitaminas A y C, así como antioxidantes.
Se utiliza en sopas, quesadillas, o rellena con quesos y rebozada. Es ideal para acompañar platillos salados, aportando un toque nutritivo y delicioso.
Amapola (Papaver rhoeas)
La amapola, conocida por sus pétalos rojos, se ha utilizado desde la antigüedad. Aunque no todas las variedades son comestibles, la amapola común se puede consumir y sus semillas son ricas en minerales como el calcio y el magnesio. Además, sus flores poseen un sabor suave y pueden aportar un toque decorativo y aromático a diversos platillos.
Las semillas de amapola son un ingrediente clásico en la repostería, siendo muy populares en panes y pasteles. También se utilizan en salsas y para adornar ensaladas.