Gran asombro entre los ornitólogos ante el descubrimiento de una nueva especie de paíño
Es una de las aves genéticamente más misteriosas del planeta. Sin embargo, puede estar relacionado con una especie que fue descubierta recientemente al otro lado del mundo.
Hay mucho entusiasmo en el mundo de los ornitólogos por el descubrimiento de una nueva especie de paíño. El Hydrobates pelagicus Linnaeus, (1758) es un ave pelágica de la familia Hydrobatidae, además la única especie de esta familia. Además de ser una de las aves marinas europeas más pequeñas, representa un sueño prohibido para muchos ornitólogos. Sólo unos pocos han tenido la suerte de poder observar uno en estado salvaje.
Es una de las aves genéticamente más misteriosas del planeta. Sin embargo, puede estar relacionado con una especie que fue descubierta recientemente al otro lado del mundo.
La nueva especie descubierta
Su nombre es Oceanites barrosi y recientemente fue presentado a la ciencia por sus descubridores a través de un artículo publicado en la revista Zootaxa. Los autores del descubrimiento pertenecen a un equipo internacional de ornitólogos, que siguieron de cerca varias poblaciones de aves marinas, antes de identificar al primer miembro de esta enigmática especie.
Considerado por los científicos como el petrel del Pacífico Sur, el género Oceanites no parece ser el clado hermano del género Hydrobates, pero la compleja sistemática de estas aves sigue sin estar clara, lo que genera sospechas de que, sin embargo, las dos especies están estrechamente relacionadas.
El asombro de los ornitólogos
Para los ornitólogos fue sorprendente encontrar un nuevo petrel de tormenta tan parecido y a la vez diferente a la especie europea, dado que nadie sospechaba que pudiera existir, pero para complicar la situación también existen otras dos especies, pertenecientes al genero Oceanitas: Oceanites gracilis y Oceanites pincoyae.
El artículo también sugiere que estas tres especies surgieron tras un proceso de colonización de su último ancestro común, ocurrido hace entre 15 y 18 millones de años, que involucró el Océano Austral y el Pacífico sudoriental.
Además, parece que este ancestro estaba relacionado lejanamente con el ancestro del paíño europeo actual, lo que explica la explotación de hábitats y ecosistemas similares.
Las otras especies más modernas
También existen otras especies más modernas que habitan en la Antártica, como Oceanites exasperatus, resultado de un proceso cronológicamente posterior de selección natural hacia los territorios glaciares, ocurrido unos miles de años después del nacimiento de la especie sudamericana.
Estas especies, entre otras cosas, se encuentran entre las pocas que habitan el Polo Sur, junto con los pingüinos emperador que pasan el invierno dentro del continente helado para incubar sus huevos.
Sin embargo, el petrel del Pacífico Sur no es la única especie que los zoólogos no habían predicho. Los celacantos, por ejemplo, se consideraban fósiles antiguos, antes de que se encontraran los primeros ejemplares modernos nadando en las profundidades del canal de Mozambique.