Guano de pingüino es crucial para reciclar el hierro en el Océano Austral
Nuevamente, la ciencia abre nuestros ojos para darnos cuenta que todo tiene un ciclo propio y que, a la vez, somos parte de un ciclo global. Los hallazgos de este reciente estudio son sorprendentes y dignos de reflexionar a esta hora del día.
El hierro juega un rol trascendental en las regiones del Océano Austral. Con alto contenido de nutrientes y baja cantidad de clorofila, promueve el crecimiento del fitoplancton y mejora la captura del carbono que habita en la atmósfera. En estas latitudes de la Tierra, el krill antártico rico en hierro y las especies de ballenas barbadas son fundamentales para el proceso de reciclaje del hierro.
No obstante, los pingüinos han recibido una limitada atención, a pesar de que representan la mayor biomasa de aves marinas en esta región del Polo Sur. Para profundizar más en este tema, nos "sumergiremos" en el estudio The contribution of penguin guano to the Southern Ocean iron pool publicado en Nature Communications.
Para respaldar la importancia de los pingüinos en el reciclaje del hierro, el equipo científico utilizó los volúmenes de guano del sitio de reproducción, estimados a partir de imágenes de drones. También contaron con el censo de pingüinos y la composición química del guano para evaluar la exportación de hierro a las aguas antárticas de una de las especies de pingüinos más abundantes: el pingüino barbijo (Pygoscelis antarcticus).
El gran protagonista del reciclaje del hierro
Los resultados del estudio demuestran que estas aves marinas contribuyen enormemente a la dinámica del hierro en el Océano Austral. Se estima que la población de pingüinos barbijo recicla 521 toneladas de hierro al año. Esta cifra es la mitad de la cantidad que estos pingüinos pudieron reciclar hace cuatro décadas, debido a que su población ha disminuido más del 50 % en 40 años.
El equipo científico descubrió que las concentraciones más altas de hierro en el guano del pingüino barbijo resultan interesantes, en comparación con otras especies antárticas que se alimentan de krill. Por ejemplo, las ballenas barbadas contienen en sus excrementos hasta 10 veces menos fierro que el encontrado en el guano del pingüino barbijo.
A pesar de que se aprecian patrones fluctuantes entre las poblaciones de esta ave marina, se evidencia una disminución general. Con especial énfasis, esto se ha observado en las Islas Shetland del Sur, donde varios estudios muestran caídas significativas en el número de individuos. En este sentido, entre los años 1991 y 2008, la disminución poblacional del pingüino barbido llegó al 36 %.
La actual tendencia a la baja de la población de pingüinos barbijo puede conducir a una situación similar a la experimentada por las ballenas barbadas, en las que su reciclaje de hierro es hasta 10 veces menor que en el período anterior a la caza de ballenas.
Se ha informado una disminución global superior al 50 % en el número de pingüinos barbijo desde 1980, lo que sugiere que hace 40 años, el reciclaje de hierro por parte de estas aves marinas tuvo, aproximadamente, la misma magnitud que el producido por las ballenas barbadas.
Finalmente, el equipo científico señala que una comprensión más profunda de los ciclos de vida, consumo de presas, migraciones y procesos de exportación de guano de los sitios de reproducción del pingüino barbijo, ayudaría a mejorar su estado de conservación y su impacto en el reciclaje del hierro dentro del ecosistema marino antártico.