Humedales construidos: ecotecnología para aguas más limpias
¿Sabías que los humedales pueden eliminar los contaminantes presentes en el agua? Simulando el comportamiento de los naturales, los humedales construidos optimizan el proceso de limpieza de las aguas servidas.
La falta de abastecimiento y la baja calidad del agua debido a sus altos niveles de contaminantes, así como el manejo de las descargas residuales, constituyen una preocupación en la sociedad actual.
Los humedales construidos son una de las vías de solución para esta emergencia hídrica. A través de estas obras de ingeniería, se tratan las aguas servidas para su reutilización. A nivel global, su empleo se incrementa en áreas descentralizadas, donde las técnicas comunes de descontaminación del agua no son costeables ni eficientes.
Tipos y funcionamiento
Un humedal construido es un sistema ingenieril diseñado y construido para potenciar el funcionamiento de humedales naturales al interactuar el agua con las plantas, el medio de enraizamiento, los microorganismos y la atmósfera. Existen tres tipos de humedales construidos: los superficiales, los subsuperficiales horizontales y los subsuperficiales verticales. La diferencia principal radica en la exposición del agua y la circulación de esta.
Son una tecnología sustentable no convencional que busca depurar el agua antes de que entre en contacto con el medio ambiente y perjudique la salud humana. Su funcionamiento consta de tres procesos:
- tratamiento físico químico donde se eliminan los sólidos
- tratamiento biológico para eliminar la materia orgánica biodegradable
- tratamiento para eliminar compuestos específicos.
Cuando el agua servida pasa por el sistema, se depura a través de los tallos y raíces de la vegetación emergente implantada, y luego se eliminan sus contaminantes a través de una película bacteriana producida por los tallos, las hojas caídas y las raíces de las plantas.
¿Dónde se emplea esta ecotecnología?
Son disímiles las aguas residuales que pudieran ser tratadas: aguas domésticas y urbanas; aguas industriales; aguas de drenaje de extracciones mineras; entre otras. Los humedales construidos son más empleados en las zonas rurales debido a un menor volumen de aguas servidas a tratar. Dado que su coste tecnológico es bajo, solo se consideran las hectáreas a ocupar para su construcción, teniendo en cuenta que la compra de terreno es lo más costoso.
En países como Alemania, Francia y Dinamarca, se implementan estos sistemas principalmente en áreas descentralizadas con diseños muy novedosos. Los alemanes son pioneros en el empleo de esta tecnología que se ajusta al entorno ambiental fácilmente, sirviendo de hábitat para la fauna.
Francia tiene humedales construidos con un sistema diseñado para tratar aguas residuales tan solo desbastadas, es decir, que no pasan por un tratamiento primario, con el objetivo de abaratar costes y simplificar al máximo su mantenimiento.
En Dinamarca además de emplearlos para el tratamiento de aguas domésticas e industriales, “se aprovechan sus capacidades y se utilizan en depuración de contaminación originadas por las correntías agrícolas o los cultivos”, argumenta el Dr. Carlos Arias, investigador de la Universidad de Aarhus.
Crisis hídrica en Chile: vías para aliviarla
Desde el 2010, Chile enfrenta una mega sequía principalmente en la zona central, con un déficit de precipitaciones de un 40%. Además, el abastecimiento se ha visto afectado por la reducción de la cubierta total de nieve. Se suman los factores humanos, como la afectación de cuencas por la deforestación de sus partes altas o el consumo sostenido de agua por la concentración poblacional y la expansión agrícola.
Para Irma Vila, profesora de la Universidad de Chile, en Santiago y en el resto del país se debiera calcular cuánta agua se necesita y para qué, teniendo en cuenta el mal manejo del recurso hídrico. Afirma que Chile es el único país donde el agua es un bien de mercado y eso tiene efectos negativos.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, especialistas han buscado vías de solución al estrés hídrico. A través de la construcción de humedales se puede recuperar agua tratada para el riego de productos agrícolas, el enfriamiento en la industria, y otros usos, para no derrochar el agua potable, que de por sí es muy escasa.
El ingeniero civil químico Pedro Cisterna realizó en 2015 el primer proyecto de humedal construido para el Club de Campo Ainahue, en la comuna chilena de Hualqui. Además ha encabezado otros proyectos para salvar lagunas en Concepción, que reciben aguas servidas y tienen alto grado de contaminación.
El Dr. Ismael Vera, académico de la Universidad Católica del Maule, destaca el peligro de tratar las aguas en zonas rurales con la tecnología convencional más aplicada en Chile, es decir, los lodos activados. Para ello propone construir humedales en estas áreas, incluso en las zonas áridas del norte, para mejorar la calidad de las aguas servidas reutilizables.
Chile cuenta principalmente con humedales de flujo horizontal subsuperficial. A pesar de contar con varios grupos de trabajo que dedican sus esfuerzos a la gestión hídrica, el país sigue necesitando un inventario nacional de estos sistemas, evaluar su funcionamiento, mejorar su diseño y divulgar más su uso en algunas localidades. Por tanto, requiere mayor control de la reutilización del agua.
Los humedales construidos son una puerta al desarrollo sostenible: ciudades con infraestructura gris pudieran, a través del manejo de sus aguas residuales y pluviales, ser más verdes. Establecer esta ecotecnología en las zonas urbanas también es posible: sus plantas ayudarían a capturar los contaminantes atmosféricos, además de depurar las aguas.