Indice de radiación ultravioleta: cómo protegernos correctamente de los peligros del Sol en verano
Conforme con los pronósticos meteorológicos, las altas temperaturas estarán presentes durante las próximas jornadas en gran parte de Chile, por eso te invitamos a conocer algunas medidas que ayudarán a cuidar tu salud de la elevada radiación solar que prevalecerá.
En estos días de verano donde el calor arrecia y predominan los cielos despejados en muchas ciudades chilenas es necesario tomar precauciones con la finalidad de cuidar nuestra salud y principalmente la de los grupos más vulnerables, como niños o adultos mayores. La exposición prolongada a los rayos del Sol es sin duda la causa de varios efectos perjudiciales y crónicos en la piel, los ojos y el sistema inmunitario. Por lo tanto, es crucial que nos informemos y conozcamos cómo protegernos de las consecuencias adversas provocadas por permanecer de forma prolongada expuestos a la radiación emitida por el astro rey.
Según los datos que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde comienzo de los años setenta se ha detectado en el mundo un pronunciado incremento de cánceres de piel en poblaciones de piel clara, estrechamente vinculado a las costumbres personales de exposición al Sol y a su componente ultravioleta (UV). En ese sentido, la educación respecto a estos temas es un arma necesaria para combatir y generar conciencia en la sociedad, haciendo llegar el mensaje desde un punto de vista positivo, para así aprender a disfrutar de las bondades de la luz solar, sin exponernos a una cantidad de radiación que afecte nuestra salud.
¿Qué es el índice UV y cómo puede ayudar a protegernos?
De acuerdo con la información que nos provee la OMS en sus canales oficiales, el índice de radiación ultravioleta (IUV) es una medida que nos proporciona el nivel de radiación ultravioleta (UV) e indica valores que nos entregan la dimensión del potencial daño que produce la exposición al sol. Se trata de una herramienta muy importante para alertar a las personas sobre posibles impactos negativos para la salud de la exposición continuada a la radiación solar.
Conforme con los datos actuales incluidos en la guía práctica “Índice UV Solar Mundial”, una recomendación conjunta de varias organizaciones entre las que destacan la OMS y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los hábitos personales de exposición al sol constituyen el factor de riesgo más importante de alteraciones ocasionadas por la radiación UV. El IUV es un vehículo importante para aumentar la concienciación de la población sobre los riesgos de la exposición excesiva a la radiación UV y para advertir a las personas de la necesidad de adoptar medidas de protección.
Esta misma guía invita a utilizar el IUV como parte integral de un programa para informar a la población sobre la protección solar y los riesgos de la radiación UV para la salud, así como para cambiar las actitudes y el comportamiento de las personas con respecto a la exposición a la radiación UV.
¿De qué depende la intensidad de la radiación?
Son varios los factores que inciden en la intensidad de la radiación, según el documento elaborado por los diferentes organismos ya mencionados destacan:
- La altura del Sol: cuanto más alto esté el sol en el cielo, más intensa es la radiación UV. Así, la intensidad de la radiación UV varía según la hora del día y la época del año. Fuera de las zonas tropicales, las mayores intensidades de la radiación UV se producen cuando el sol alcanza su máxima altura, alrededor del mediodía solar durante los meses de verano.
- La latitud: cuanto más cerca del ecuador, más intensa es la radiación UV.
- La nubosidad: la intensidad de la radiación UV es máxima cuando no hay nubes, pero puede ser alta incluso con nubes. La dispersión puede producir el mismo efecto que la reflexión por diferentes superficies, aumentando la intensidad total de la radiación UV.
- La altitud: a mayor altitud la atmósfera es más delgada y absorbe una menor proporción de radiación UV. Con cada 1000 metros de incremento de la altitud, la intensidad de la radiación UV aumenta en un 10 a 12%.
- El ozono: absorbe parte de la radiación UV que podría alcanzar la superficie terrestre. La concentración de ozono varía a lo largo del año e incluso del día.
- La reflexión del suelo: diferentes tipos de superficies reflejan o dispersan la radiación UV en diversa medida; por ejemplo, la nieve reciente puede reflejar hasta un 80% de la radiación UV; la arena seca de la playa, alrededor de un 15%, y la espuma del agua del mar, alrededor de un 25%.
¿Qué debemos hacer para protegernos de los rayos solares?
Son muchas las medidas que podemos tomar para evitar una mayor influencia de los rayos solares sobre nuestra piel durante la época veraniega donde la radiación se torna más fuerte y el impacto sobre la salud es mayor. Son varias las recomendaciones que ayudarían a mitigar los daños:
- Reducir la exposición durante las horas de mayor radiación (10:00 a 17:00 horas).
- Utilizar prendas de protección como sobreros y lentes de Sol.
- Emplear cremas de protección solar de amplio espectro.
- Evitar las camas solares.
- Cuidar particularmente a los grupos de riesgos como bebes y adultos mayores.
Es importante, mediante la educación sobre estos temas, generar conciencia y lograr que la población reconozca el IUV como una información diaria útil. Es por eso por lo que constituye una meta conseguir una comunicación sencilla y que, a su vez, resulte práctica, permitiendo que las personas adopten hábitos saludables para cuidar su salud.
Fuentes y referencias de la noticia
- Organización Mundial de la Salud (OMS).Índice UV solar mundial Guía Practica.(2023)