Investigadores encuentran en la Antártica al pariente más antiguo de los patos y gansos
Vegavis iaai, una especie ya extinta, fue confirmada como la ave moderna más antigua. Vivió hace 69 millones de años en la Antártica, cuando el continente tenía un clima templado y con vegetación exuberante.

La caída del meteorito que hace 66 millones de años acabó con el 75% de la vida en el planeta, incluyendo a los dinosaurios no aviares, tuvo menos consecuencias en los lugares más alejados de la zona de impacto, como la Antártica. Por entonces, el clima en el actual continente más frío, era templado, lo que permitía una vegetación exuberante, un ambiente en que las especies podían prosperar.

Una de ellas fue Vegavis iaai, un pariente de los actuales patos y gansos que vivió en la Antártica hace 69 millones de años, cuando los dinosaurios todavía dominaban la Tierra. La especie, que sobrevivió a la extinción, ahora es confirmada como la ave moderna más antigua conocida.
Pariente de patos y gansos actuales
El estudio, publicado en Nature, fue liderado por investigadores de la Universidad de Ohio, EE.UU., y confirma el descubrimiento de un cráneo fosilizado casi completo perteneciente a Vegavis iaai, que fue recolectado por el Proyecto de Paleontología de la Península Antártica durante una expedición en 2011.

El nuevo cráneo tiene un pico largo y puntiagudo y una forma de cerebro única entre todas las aves conocidas previamente descubiertas de la Era Mesozoica (248 a 65 millones de años atrás), cuando los dinosaurios no aviares y una las aves primitivas dominaban el mundo. Estas características posicionan a Vegavis en el grupo que incluye a todas las aves modernas y representa la evidencia más temprana de su diversificación en muchas especies en poco tiempo (radiación evolutiva), logrando extenderse por todo el planeta.
“Pocas aves son tan propensas a generar tantas discusiones entre los paleontólogos como Vegavis”, afirmó Christopher Torres, becario postdoctoral de la National Science Foundation (NSF) en la Universidad de Ohio al momento de realizar el estudio. “Este nuevo fósil ayudará a resolver muchas de esas discusiones. La principal de ellas: ¿dónde se encuentra Vegavis en el árbol de la vida de las aves?”, indicó.
Confirma la posición de Vegavis en la rama evolutiva
En 2005, la coautora del estudio, Julia Clarke, de la Universidad de Texas en Austin, junto a otros investigadores, informaron sobre Vegavis por primera vez, y la propusieron como miembro temprano de las aves modernas, ubicada evolutivamente dentro de las aves acuáticas. Pero, como los fósiles de aves modernas son excepcionalmente raros antes de la extinción del Cretácico, se puso en duda la posición evolutiva de la especie.

Las aves de la misma época que se conocen en otras partes del planeta son apenas reconocibles según los estándares actuales. Además, la mayoría de los yacimientos que conservan fósiles de este tipo son incompletos. La nueva investigación, al estudiar un cráneo casi completo de Vegavis, ayuda a disipar el escepticismo, ya que se observan rasgos, como la forma del cerebro y los huesos del pico, que son compatibles con las aves modernas, en particular las aves acuáticas.
Vegavis, sin embargo, tenía la mandíbula más musculosa, útil para superar la resistencia del agua mientras se sumergían para atrapar peces. Otras partes de su esqueleto sugieren que usaba sus patas para propulsarse bajo el agua durante la persecución de sus presas, una estrategia de alimentación diferente a la de las aves acuáticas modernas, más parecida a la de otras aves como los somormujos y los colimbos, zambullidoras y buceadoras.
Lugar clave para comprender la vida de los dinosaurios
La forma en que la masa continental antártica contribuyó a dar forma a los ecosistemas modernos en el pasado, es un tema que atrae a muchos científicos en todo el mundo. Matthew Lamanna, investigador del Museo Carnegie de Historia Natural y coautor del estudio, sostuvo que “la Antártida es, en muchos sentidos, la última frontera para la comprensión de la vida durante la era de los dinosaurios por parte de la humanidad”.
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“Los pocos lugares con un registro fósil sustancial de aves del Cretácico Superior, como Madagascar y Argentina, revelan un aviario de especies extrañas, ahora extintas, con dientes y colas largas y óseas, solo lejanamente relacionadas con las aves modernas. Algo muy diferente parece haber estado sucediendo en los confines del hemisferio sur, específicamente en la Antártida”, afirmó Patrick O'Connor, investigador de la Universidad de Ohio y también coautor del estudio.
“Este fósil subraya que la Antártida tiene mucho que decirnos sobre las primeras etapas de la evolución de las aves modernas”, agregó.
Referencias de la noticia
- Comunicado Universidad de Ohio.
- Paper en Nature: Cretaceous Antarctic bird skull elucidates early avian ecological diversity.