La asombrosa verdad: cómo las estrellas de mar se deshacen de sus brazos para sobrevivir

Científicos de la Universidad Queen Mary de Londres revelan un mecanismo neurohormonal que permite a las estrellas de mar ser más astutas que sus depredadores al desprenderse de sus brazos.

estrella de mar en la arena, siendo cubierta parcialmente por las olas
La capacidad de desprenderse de un brazo es, ante todo, una estrategia de supervivencia. Frente a depredadores como peces, cangrejos e incluso otras estrellas de mar, perder un brazo puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.

Las estrellas de mar son unas de las criaturas más intrigantes del océano. Conocidas por su apariencia llamativa y sus habilidades regenerativas, una de sus conductas más notables es su capacidad de desprenderse y regenerar sus brazos. Durante años, los científicos han estado fascinados por este fenómeno, pero una investigación reciente finalmente ha desentrañado los misterios detrás de cómo y por qué las estrellas de mar pierden sus brazos.

Científicos de la Universidad Queen Mary de Londres han hecho un descubrimiento revolucionario: una neurohormona específica que permite a las estrellas de mar evadir a los depredadores al desprenderse estratégicamente de sus extremidades. Esta asombrosa estrategia de autodefensa no solo las ayuda a sobrevivir en la naturaleza, sino que también resalta la extraordinaria adaptabilidad de estos enigmáticos animales marinos.

En este artículo, exploramos los intrincados detalles de este mecanismo único, arrojando luz sobre cómo las estrellas de mar usan su biología para burlar las amenazas y prosperar en el implacable entorno del océano.

El fenómeno del desprendimiento de un brazo

El desprendimiento de un brazo, conocido científicamente como autotomía, es una estrategia defensiva que emplean las estrellas de mar para escapar de los depredadores, sobrevivir a heridas o librarse de extremidades dañadas. Este proceso les permite descartar una parte de su cuerpo como distracción, lo que les da la oportunidad de huir mientras el depredador está ocupado con la extremidad desprendida. Además, si un brazo está gravemente dañado o infectado, perderlo ayuda a la estrella de mar a proteger el resto de su cuerpo.

El aspecto más fascinante de esta capacidad es que la estrella de mar no pierde un brazo al azar. Puede controlar cuándo y dónde se produce el desprendimiento, lo que hace que este proceso sea complejo y altamente evolucionado.

Los autores de este estudio revelaron una pieza fundamental del rompecabezas para comprender los mecanismos de defensa de las estrellas de mar. A través de una investigación meticulosa sobre la estrella de mar común europea, Asterias rubens, han descubierto una neurohormona que desempeña un papel fundamental en el proceso de desprendimiento de un brazo. Sorprendentemente, esta neurohormona tiene un parecido sorprendente con la hormona de la saciedad humana, la colecistoquinina (CCK).

estrella de mar en el fondo oceánico
La nueva investigación sugiere que la CCK de las estrellas de mar puede liberarse como una respuesta generalizada al estrés asociado con el ataque de un depredador.

Descubrieron que esta neurohormona similar a la CCK está presente en las fibras nerviosas de un músculo único en la base de cada brazo, acertadamente llamado "músculo del torniquete". Fiel a su nombre, este músculo desempeña una doble función: cuando una estrella de mar se desprende de un brazo, el músculo del torniquete se contrae para facilitar la separación del brazo y luego sella rápidamente la herida, asegurando la supervivencia y la recuperación de la estrella de mar.

La Dra. Ana Tinoco, investigadora del equipo con sede en Londres ahora afiliado a la Universidad de Cádiz en España, explicó que cuando examinaron los efectos de la neurohormona similar a la CCK en los músculos de las estrellas de mar, observamos que inducía la contracción muscular. Creen que esta neurohormona desempeña un papel importante en el desencadenamiento de la autotomía del brazo en las estrellas de mar al ser liberada de las fibras nerviosas en el músculo del torniquete, lo que lleva a su contracción.

Este descubrimiento revolucionario revela cómo esta hormona regula la capacidad de las estrellas de mar para desprenderse de sus extremidades, lo que proporciona nuevos conocimientos sobre las sofisticadas estrategias que utilizan estas criaturas marinas para evadir a los depredadores y sobrevivir en su dinámico entorno oceánico.

Implicaciones del descubrimiento

Esta nueva comprensión del desprendimiento de los brazos en las estrellas de mar ofrece información sobre el campo más amplio de la biología regenerativa. Al estudiar estos procesos, los científicos esperan desvelar secretos que podrían tener aplicaciones en la medicina, en particular en áreas como la cicatrización de heridas, la regeneración de tejidos y el desarrollo de biomateriales avanzados.

El descubrimiento también destaca la increíble adaptabilidad de las estrellas de mar y subraya la importancia de preservar los entornos marinos donde estos comportamientos únicos y complejos pueden seguir evolucionando.

Fuentes y referencias de la noticia:

Tinoco, Ana B. et al. Discovery of a neuropeptide that acts as an autotomy-promoting factor.