La cara oculta de la IA: su impacto ambiental crece y pocas empresas lo miden

Un informe revela que el auge de la inteligencia artificial generativa está disparando el consumo de energía y agua, aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero

IA e impacto ambiental
La inteligencia artificial generativa (Gen AI) es la tecnología detrás de herramientas como ChatGPT, DALL·E o Midjourney, capaces de crear textos, imágenes y hasta música en segundos, pero su uso implica un elevado costo ambiental.

La inteligencia artificial generativa (IA generativa) está transformando la forma en que interactuamos con la tecnología.

Desde la creación de arte hasta la redacción de textos, sus aplicaciones son cada vez más numerosas y sorprendentes. Sin embargo, detrás de esta revolución se esconde una realidad menos conocida: su elevado costo ambiental.

El alto precio de la innovación

Un reciente estudio del Capgemini Research Institute, “Desarrollando una IA Generativa Sostenible”, revela datos alarmantes sobre el impacto ambiental de esta tecnología.

La IA generativa crea nuevos contenidos (textos, imágenes, etc.) a partir de datos existentes. A diferencia de otras IA, aprende patrones en grandes conjuntos de datos para generar información original.

Cada vez que pides un texto a una IA, hay un ejército de servidores trabajando a toda máquina para procesar tu solicitud.

Según explica este informe, entrenar un modelo como GPT-4, por ejemplo, requiere entre 51 mil y 62 mil megavatios-hora de electricidad, suficiente para abastecer al menos 5 mil hogares en EE.UU. durante un año.

Y eso es solo el entrenamiento. Una vez en funcionamiento, cada consulta en ChatGPT puede consumir hasta diez veces más energía que una simple búsqueda en Google.

Los centros de datos donde se ejecutan estas tecnologías también necesitan grandes cantidades de agua para enfriarse.

En EE.UU., se estima que el consumo de agua en estas instalaciones aumentó un 69% entre 2019 y 2023. Y esto es solo el principio: la Agencia Internacional de Energía prevé que la demanda eléctrica global de los centros de datos se duplique para 2026.

Una huella de carbono en crecimiento

El informe de Capgemini revela que el 48% de las empresas que han adoptado Gen AI admiten que esta tecnología ha incrementado sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

A pesar de ello, solo el 12% de las organizaciones mide su impacto ambiental, y el 74% afirma que la falta de transparencia por parte de los proveedores de IA dificulta esta tarea.

Investigación de la IA
El informe subraya la importancia de seguir investigando y supervisando para comprender plenamente y mitigar el impacto ambiental de la IA generativa.

Pero no solo se trata de energía. Fabricar los chips y procesadores que permiten que la Gen AI funcione implica extraer metales raros, una actividad que genera una gran cantidad de contaminación.

Adicionalmente, la vida útil de estos dispositivos es corta, lo que está creando una bomba de tiempo de residuos electrónicos.

El informe estima que para 2030, la IA generativa podría generar entre 1,2 y 5 millones de toneladas métricas de residuos electrónicos, mil veces más que en 2023.

¿Puede la IA ser sostenible?

Las empresas están empezando a tomar medidas para reducir el impacto ambiental de la Gen AI, aunque a un ritmo lento. Según el informe, solo el 31% ha implementado estrategias de sostenibilidad en el ciclo de vida de esta tecnología.

Algoritmos
Algunas iniciativas incluyen el uso de modelos más pequeños y eficientes, la optimización de los algoritmos y el abastecimiento energético con fuentes renovables.

Sin embargo, la sostenibilidad aún no es una prioridad en la selección de modelos de IA. Mientras que el rendimiento, la escalabilidad y la seguridad encabezan la lista de factores clave en la elección de una Gen AI, su huella ambiental ocupa el último lugar, de acuerdo con los datos del informe.

Para que la Gen AI sea realmente sostenible, es necesario un cambio de enfoque. Los expertos de Capgemini proponen un modelo basado en cinco pilares:

  1. Elegir la tecnología adecuada según las necesidades;
  2. Evaluar y mitigar el impacto ambiental;
  3. Invertir en casos de uso sostenibles;
  4. Desarrollar bases de datos eficientes;
  5. Establecer una gobernanza responsable.

La inteligencia artificial generativa ha demostrado ser una herramienta poderosa para la creatividad y la innovación. Ahora, debemos asegurarnos de que esta tecnología se desarrolle de manera responsable, teniendo en cuenta su impacto ambiental.

Al igual que la IA generativa puede crear mundos virtuales fascinantes, también puede ayudarnos a construir un mundo real más sostenible y equitativo.

Fuentes y referencias de la noticia:

- Instituto de investigación Capgemini. Developing Sustainable Gen AI. Publicado en la sección de investigación del instituto Capgemini. (2025).