La contaminación lumínica puede aumentar el riesgo de Alzheimer, según un estudio de Chicago
Un estudio de Chicago revela que la contaminación lumínica nocturna puede aumentar el riesgo de padecer Alzheimer, especialmente en personas menores de 65 años, lo que pone de relieve la necesidad de políticas públicas eficaces.
Un nuevo estudio, realizado por el Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago, sugiere que la exposición a la contaminación lumínica nocturna puede ser un factor de riesgo aumentado para la enfermedad de Alzheimer, especialmente en personas menores de 65 años. Esta evidencia marca la primera vez que la contaminación lumínica se ha relacionado directamente con el Alzheimer, ampliando la lista de problemas de salud ya relacionados con la exposición excesiva a la luz artificial durante la noche.
Una investigación realizada en Chicago desarrolló mapas de contaminación lumínica para 48 estados de EE. UU.
La investigación fue realizada por el Sistema de Salud de la Universidad Rush y publicada en la prestigiosa revista Frontiers in Neuroscience.
Dra. Robin Voigt-Zuwala, investigadora principal y profesora asociada de la institución.
Aunque la contaminación lumínica se ha relacionado anteriormente con un mayor riesgo de varias enfermedades, incluidos los trastornos del sueño y algunos tipos de cáncer, esta es la primera vez que se establece un vínculo directo con el Alzheimer.
El estudio, que analizó datos de salud relacionados con los factores de riesgo de Alzheimer y los comparó con mapas de contaminación lumínica en los 48 estados contiguos de EE. UU., reveló una correlación entre la intensidad de la luz nocturna y la prevalencia de la enfermedad, incluso cuando otros factores de riesgo conocidos eran considerados.
Impactos en la salud de la contaminación lumínica
La exposición a la luz artificial durante la noche puede interferir con el ritmo circadiano natural del cuerpo, que es esencial para regular el ciclo de sueño-vigilia. Las alteraciones de este ritmo pueden provocar inflamación, reducir la capacidad de recuperación del cuerpo y aumentar la propensión a diversas enfermedades, incluido el Alzheimer. Sin embargo, el estudio de Voigt-Zuwala no evaluó los efectos de la luz interior en los hogares ni su impacto directo en la salud, centrándose exclusivamente en la exposición a la luz exterior.
Según la investigadora, la razón por la que los individuos más jóvenes (<65 años) parecen verse más afectados puede estar relacionada con factores genéticos y comportamentales.
“Ciertos genes pueden influir en la aparición temprana del Alzheimer, y esos mismos genes pueden provocar una mayor vulnerabilidad a los efectos de la exposición a la luz nocturna. Además, es más probable que las personas más jóvenes vivan en zonas urbanas y tengan estilos de vida que aumenten la exposición a la luz durante la noche”, explicó Voigt-Zuwala.
Situación en EE.UU. y medidas preventivas
En Estados Unidos, a pesar de algunas leyes estatales que apuntan a reducir la contaminación lumínica, los niveles de luz nocturna siguen siendo altos en gran parte del país. Esta situación preocupa a los investigadores, que advierten de la necesidad de más estudios que profundicen en el vínculo entre la exposición a la luz nocturna y el desarrollo del Alzheimer.
La investigadora reconoce, sin embargo, que los resultados de este estudio se limitan a una muestra concreta de la población y que se deberían realizar más investigaciones.
Implicaciones y futuro de la investigación
Este informe científico sobre un posible vínculo entre la contaminación lumínica y el Alzheimer plantea importantes cuestiones sobre la necesidad de políticas públicas que aborden la iluminación nocturna, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas. Con la expansión urbana y el uso de luz artificial en aumento, el estudio del Centro Médico de la Universidad Rush revela la importancia de considerar el impacto de la contaminación lumínica en la salud pública.
Históricamente, la contaminación lumínica ha sido descuidada en términos de salud pública, considerándose a menudo simplemente como una cuestión ambiental o estética. Sin embargo, estudios como este están empezando a revelar que los efectos de la exposición prolongada a la luz artificial durante la noche pueden ser mucho más profundos de lo que se pensaba anteriormente.
Las investigaciones futuras pueden centrarse, entre otras cuestiones, en identificar los mecanismos biológicos que hacen que ciertos individuos sean más vulnerables a la contaminación lumínica y cómo mitigar estos riesgos de manera efectiva.
Fuentes y referencias de la noticia:
- Voigt, R. M., Ouyang, B., & Keshavarzian, A. (2024). Outdoor Nighttime Light Exposure (Light Pollution) is Associated with Alzheimer’s Disease. Frontiers in Neuroscience.