La cosmovisión mapuche: mitos asociados a la tierra y la atmósfera
¿Cómo entender las ciencias de la tierra y la atmósfera a través de la visión del pueblo mapuche? Los estudios del tema han sido escasos, pero muy enriquecedores. Descubrirás una percepción mítica que dio sentido por milenios a los fenómenos naturales.
En diferentes épocas, exploradores e investigadores han mostrado interés por las creencias y mitos de los pueblos originarios del sur de Chile. A pesar de la escasa información recopilada sobre los relatos mapuches, se han podido abordar a través de especialidades como la Geomitología.
Enunciada en 1968 por la geóloga estadounidense Dorothy Vitaliano, la Geomitología trata de explicar ciertos mitos y leyendas en términos de acontecimientos geológicos reales que pueden haber sido vistos por distintos grupos de personas. Esta disciplina extrae información de los fenómenos geológicos, atmosféricos y astronómicos que dieron origen a las tradiciones culturales orales. Es decir, basados en el conocimiento intuitivo, los pueblos originarios observaban la naturaleza y transmitían sus vivencias a través de los relatos míticos que se conocen hasta hoy.
Muchos de los mitos que el pueblo mapuche aportó a la cultura nacional, como los asociados a seres del vulcanismo, de los sismos e inundaciones, son clave en estudios actuales de las ciencias de la tierra y la atmósfera en esta región del planeta.
Relatos míticos ayudan a formular un mapa
Partiendo de conceptos de la Geomitología, el geólogo chileno Cristian Bastías Curivil desarrolló una investigación sobre la presencia de los fenómenos geológicos y meteorológicos en la cosmovisión mapuche.
El geólogo propone en su investigación un mapa con el registro histórico de los tornados y trombas marinas en el territorio chileno. Logró recopilar datos desde 1633, con el primer tornado (o pehul) registrado por misioneros al sur de Maullín, en Carelmapu, y de otras fuentes como el Servicio Meteorológico de la Armada de Chile, el meteorólogo Roberto Rondanelli y la Doctora en Fluidodinámica Priscilla Nowajewski. Alrededor de 70 eventos, entre tornados y trombas marinas, han sucedido desde el comienzo de su registro.
Para la confección de este mapa tuvo también en cuenta los relatos míticos que dieron explicación a muchos de estos fenómenos, como el del joven mapuche entrevistado por el investigador Tomás Guevara en 1908, que refiere cómo tras un terremoto que “duró seis días” (por las réplicas) personas del lugar sintieron que se formaba, al cuarto día, un remolino de viento (tromba marina) en el lago Budi. Para entonces unos machis dieron aviso de la ocurrencia del terremoto y de la posterior tromba marina.
Comprensión espacial y diluvio universal: dos visiones
Para el pueblo mapuche “la comprensión espacial dista de nuestra concepción actual, al considerar el Este como la dirección cardinal más importante, y no el Norte”, afirma el geólogo. Es porque al Este nace el Sol, las vertientes, soplan buenos vientos, y están los bosques. Además, se consideran nefasto el Norte, por las invasiones inca, española y chilena, y el Oeste, por los tsunamis, la proveniencia de tormentas, y porque es donde muere el Sol. Partiendo de esta percepción, se pueden distinguir las diferencias entre la cultura occidental y la mapuche.
Tenten y Caicai, las culebras más conocidas de los mitos mapuche, están asociadas al relato del diluvio universal. Estos seres o ngen, son espíritus que animan los fenómenos de la tierra, Tenten, y del agua, Caicai. La pugna entre ambas culebras simboliza la ocurrencia de fenómenos como terremotos, acompañados por consecuencias de origen marino como los tsunamis. Sobre el diluvio, desde la cosmovisión mapuche, nos comenta Bastías:
“Los Tenten son los cerros mitológicos donde se refugiaron y se salvaron durante un gran diluvio un reducido número de personas, las que fueron advertidas por la culebra amiga de la que toman su nombre, de otra culebra enemiga del género humano, llamada Caicai, dueña de todas las aguas (...)”. Cuenta el mito que las personas que no se salvaron, quedaron convertidas en peces.
Los mapuches tienen un fuerte vínculo con su territorio: se consideran grandes observadores y de sus reflexiones ha surgido la explicación a muchos procesos geológicos y meteorológicos.