La flora de Chile estrena tres nuevas especies, así son estas lindas flores
Las tres plantas montañosas fueron encontradas al norte y centro del país. Dos de ellas están en peligro de desaparecer por el riesgo de que el cambio climático afecte las áreas que habitan.
Tres nuevas especies de plantas se han sumado en lo que va del año a la colección nacional: Tigridia riedemanniae, Haplopappus colliguayensis y Haplopappus teillieri.
Descubiertas en 2023, en cerros y montañas de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Coquimbo y Valparaíso, fueron descritas por equipos botánicos de la Universidad de Chile y el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) este año.
Una nueva especie del desierto florido
Tigridia riedemanniae, es una especie que vive al norte de Chile y en Perú. A mediados de marzo de 2023 fue detectada en fondos de quebradas de tres localidades de la Región de Arica y Parinacota, entre 2.600 y 3.500 metros de altura. La planta tiene una flor de tépalos (sépalos y pétalos) azul púrpura, y fue nombrada en honor a Paulina Riedemann, destacada difusora de la flora nativa nacional.
Sus descubridoras y quienes la describen en el artículo científico Tigridia riedemanniae, nueva Iridarecae nativa de Chile y Perú, son las investigadoras Mélica Muñoz-Schick, curadora emérita del Área Botánica y Herbario del MNHN; Vanezza Morales-Fierro, investigadora asociada del MNHN y estudiante doctoral en el Herbario EIF y Laboratorio de Evolución y Sistemática de la U. de Chile; Margarita Aldunate-Riedemann, académica de la Facultad de Medicina de la U. de Chile; y la investigadora independiente Raquel Pinto.
De distribución andina, las poblaciones de esta especie se presentan en la planicie y la precordillera de las regiones de Arica y Parinacota, y Tarapacá. Las investigadoras sostienen que en las localidades donde se encontró se contabilizaron un centenar de individuos, todos en fondos de quebradas precordilleranas y sus alrededores, lo que incrementa su vulnerabilidad ante eventos naturales o intervención humana, como aludes, construcción de caminos, extracción con fines ornamentales, entre otros, “ya que un mismo evento puede acabar con todos los individuos de una localidad”, señalan en el artículo.
La cercanía a caminos vehiculares y la belleza de la flor, también la hacen susceptible a la extracción, a lo que se suma el riesgo climático. La especie solo ha sido vista en años inusualmente lluviosos, por lo que el aumento de la temperatura y la disminución de las precipitaciones en las comunas donde se ha registrado la especie, podría disminuir su germinación.
Parientes del bailahuén en la zona central
En tanto, entre cerros y roqueríos de la cordillera andina y de la costa de la zona central del país, fueron descubiertas dos nuevas especies endémicas: Haplopappus colliguayensis y Haplopappus teillieri.
Ambas especies son parientes del bailahuén, conocida planta medicinal. Haplopappus colliguayensis se encuentra en la cordillera de la Costa de la Región de Valparaíso, en las laderas del cerro La Chapa de Colliguay, en Quilpué. Mientras Haplopappus teillieri, habita la cordillera andina entre las regiones de Valparaíso y Coquimbo, en los valles de Choapa, Alicahue, Rocín y Aconcagua.
Fueron descubiertas y descritas por el equipo conformado por el académico Nicolás García, de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la U. de Chile, las investigadoras Vanezza Morales y Macarena Villalobos, y el investigador Arón Cádiz.
Según explicó Nicolás García, en una nota para la web de la U. de Chile, ambas especies pertenecen a la familia Asteraceae o Compositae y son arbustos de baja estatura, con hojas perennes y flores amarillas dispuestas en una estructura en forma de copa. Sin embargo, aunque pertenecen a la misma familia, se diferencian de otras especies del género Haplopappus por una combinación única de rasgos.
Especies en peligro de extinción
Como sucede con la Tigridia riedemanniae, Haplopappus colliguayensis y Haplopappus teillieri, también son vulnerables. La primera ha sido catalogado en Peligro Crítico, ya que posee solo una localidad conocida, restringida a 4 km2, lo que la hace “más vulnerable ante eventos como incendios forestales o la sequía”, señaló la investigadora Vanezza Morales.
“En el caso de Haplopappus teillieri, se estima un área de ocupación superior de 16 km2. Sin embargo, solo se han logrado identificar cuatro poblaciones a lo largo de la cordillera de los Andes (entre el sur de la Región de Coquimbo y Valparaíso). Sus poblaciones se encuentran actualmente afectadas por la inclusión de ganado, mientras que en el futuro los terrenos podrían ser afectados por proyectos mineros”, agrega Morales.
El aumento en las temperaturas y la disminución de las precipitaciones en los hábitats de estas especies, también las pone en riesgo, así como los incendios forestales y las parcelaciones.
Fuentes y referencias de la noticia:MNHN, U. de Chile, artículo científico sobre Tigridia riedemanniae, artículo científico sobre Haplopappus colliguayensis y Haplopappus teillieri.