Baja segregada y los otros factores por detrás de la gran tormenta de Atacama de 2015
En marzo de 2015 una de las más devastadoras tormentas sacudía el norte de Chile. Los factores asociados a esa tormenta fueron diversos y hoy nos sirven para predecir mejor las tormentas en el norte de Chile.
En marzo de 2015, en el norte de Chile se vivió una de las tormentas de lluvia más intensas de las que se tenga registro en el último tiempo. Sin embargo, la intensidad de la precipitación no es lo único que marcó a la llamada "tormenta de Atacama", la que provocó cuantiosos daños debido a los aluviones registrados, numerosos damnificados, además de lamentables pérdidas humanas.
Las consecuencias de la tormenta no dejaron indiferentes a la comunidad científica, que motivados por entender las razones detrás de la tormenta, llevaron a cabo una serie de investigaciones a lo largo de los años siguientes, dando respuesta a varias preguntas que pueden ayudar a prevenir futuros desastres en la región.
Ingredientes de una tormenta extraordinaria
La lluvia intensa se registró entre los días 24 y 26 de marzo. Sin embargo, días antes, las altas temperaturas había roto varios récords en el centro y sur del país. Para la fecha, en Santiago los 36,2°C eran los más altos para el mes de marzo, así como en ciudades como La Serena, Valdivia u Osorno se registraba la segunda temperatura más alta para un mes de marzo con 24,5°C, 31,2°C y 30°C, respectivamente. Este aumento en la temperatura sería la antesala de las intensas precipitaciones en Atacama.
La configuración sinóptica que se estaba desarrollando era una baja segregada, una circulación ciclónica de altura que en su parte sur favorece flujo del este, descendente de la ladera andina, lo que permite un intenso calentamiento.
Entonces, mientras en el centro y sur del país el calor dominaba los días previos, en el norte del país se formaba una configuración muy favorable para las lluvias intensas. Lluvias que superaron los 80 mm en algunos sectores altos de la Región de Atacama.
Uno de los factores más importantes para la precipitación intensa asociada a bajas segregadas es el vapor de agua (o agua precipitable). Mientras más agua precipitable, mayor puede ser la precipitación. Durante la tormenta de Atacama, los valores de agua precipitable fueron extraordinariamente altos, y el flujo de viento favorecía que aire con aún más vapor de agua llegara a la zona, desde la costa de Perú.
Asociado a este ambiente más húmedo, estaba la temperatura superficial del mar. Existe una relación directa entre la temperatura y la humedad atmosférica, que a mayor temperatura se permite mayor contenido de humedad. No era extraño entonces, hipotetizar de que el aumento en la temperatura del mar pudiese ser factor relevante: importantes anomalías positivas de temperatura del mar se registraban por esas fechas en la costa del norte de Chile.
Si esas aguas más cálidas de lo normal no hubiesen existido, la precipitación hubiese sido mucho más débil sobre la árida Atacama. Y eso es muy concluyente sobre los gatillantes de esta intensa tormenta, porque las bajas segregadas no son algo inusual (incluso han mostrado una tendencia positiva en meses cálidos), pero la combinación de factores fue lo extraordinario.
Forzantes de mayor escala
Una vez indicada la baja segregada y la temperatura superficial del mar —que favoreció altos valores de agua precipitable— cabía preguntarse si esto podría estar conectado con algo de mayor escala.
La temperatura del mar estaba más cálida de lo normal producto del comienzo del evento El Niño 2015-2016 (el denominado Niño Godzilla), que fue uno de los eventos El Niño más intensos en los registros. Aunque una de las investigaciones asocia esa anomalía de temperatura con un modo de variabilidad propio de la región llamada "Chile Niño".
Por otra parte, la Oscilación Madden-Julian (MJO) también jugó un rol en la tormenta de Atacama, y uno muy importante. Aproximadamente una semana previa a las lluvias intensas, la MJO tuvo su valor más alto jamás registrado; y en la fase 7. Esto, relacionado con una fuerte anomalía de convección en el Pacífico central.
La fuerte actividad de la MJO indujo la propagación de una onda atmosférica llamada onda de Rossby que estuvo detrás de todas las anomalías que hemos descrito acá. Incluso, esta misma onda permitió que un río atmosférico alcanzara la península Antártica provocando récords de temperatura y deshielo también.
Esta tormenta lo tuvo todo, desde un punto de vista meteorológico y climático. Desde las forzantes de gran escala asociadas con ENSO y MJO, hasta los ingredientes locales como el flujo de aire húmedo en niveles bajos y la formación de tormentas convectivas. Es importante conocer cómo la interacción de estos factores puede provocar tormentas de este estilo para que en el futuro no nos sorprendan.
Fuentes y referencias de la noticia:
- Barahona Ruiz, C. E. (2016). Precipitación asociada a bajas segregadas en el hemisferio sur. Tesis Magíster Universidad de Chile.
- Barrett, B. S., D. A. Campos, J. Vicencio Veloso, and R. Rondanelli (2016), Extreme temperature and precipitation events in March 2015 in central and northern Chile, J. Geophys. Res. Atmos.
- Bozkurt, D., R. Rondanelli, R. Garreaud, and A. Arriagada, 2016: Impact of Warmer Eastern Tropical Pacific SST on the March 2015 Atacama Floods. Mon. Wea. Rev.
- Bozkurt, D., Rondanelli, R., Marin, J. C., & Garreaud, R. (2018). Foehn event triggered by an atmospheric river underlies record-setting temperature along continental Antarctica. Journal of Geophysical Research: Atmospheres.
- Campos, D. and Vasquez R. (2014). Climatología sinóptica de las bajas segregadas estivales en Chile Subtropical y su relación con la precipitación en el Cajón del Río Blanco. Tesis Meteorología Universidad de Valparaíso.
- Rondanelli, R., Hatchett, B., Rutllant, J., Bozkurt, D., & Garreaud, R. (2019). Strongest MJO on record triggers extreme Atacama rainfall and warmth in Antarctica. Geophysical Research Letters.
- Xue, J., Luo, J.-J., Yuan, C., & Yamagata, T. (2020). Discovery of Chile Niño/Niña. Geophysical Research Letters.