La mosca antártica: una superviviente que nos revela claves del cambio climático
Una investigación entrega evidencia de cómo este pequeño insecto ha logrado adaptarse a millones de años de cambios extremos, convirtiéndose en un centinela clave para entender el futuro de nuestro planeta
En los rincones más extremos de la Antártica, un insecto diminuto protagoniza una historia evolutiva que sorprende a la ciencia.
Se trata de Parochlus steinenii, la única mosca alada de este continente helado, cuyo estudio reciente destaca su capacidad para resistir y adaptarse a las severas condiciones climáticas que han modelado la región durante milenios.
El equipo liderado por un equipo de la Universidad de Chile, ha revelado en la revista Frontiers in Ecology and Evolution que este insecto actúa como un "termómetro biológico" del cambio climático y una ventana al pasado biogeográfico de la Antártica. Pero, ¿qué hace tan especial a esta mosca?
Un fósil viviente
Esta investigación evidencia que la mosca antártica es mucho más que un simple insecto. Esta mosca ha logrado persistir gracias a su capacidad de refugiarse en zonas libres de hielo durante los períodos glaciares, asegurando su supervivencia mientras otras especies desaparecían.
Elie Poulin, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile
Los análisis genéticos realizados en más de 150 individuos recolectados en áreas como las Islas Shetland del Sur y la región subantártica de Georgia del Sur, revelan una notable diversidad genética.
Este hallazgo subraya el rol crucial de las adaptaciones evolutivas en ambientes extremos. "Sus poblaciones han superado eventos climáticos devastadores, y esto nos proporciona pistas vitales para anticipar el futuro de la biodiversidad polar", agrega la investigadora Claudia Maturana en una nota de la Universidad de Chile.
Un modelo para el futuro en un planeta en cambio
Además de ser un testimonio de la historia natural, esta mosca también se presenta como un modelo para entender cómo los ecosistemas reaccionan al cambio climático actual.
"Los pequeños organismos como P. steinenii actúan como centinelas del cambio, indicándonos qué esperar para ecosistemas más complejos", señala Maturana.
Este hallazgo subraya el rol crucial de las adaptaciones evolutivas en ambientes extremos. Además, la investigación busca destacar la necesidad de conservar estos ecosistemas únicos y de reconocer el papel de los insectos en la estabilidad ambiental.
Adaptación + colaboración = esperanza para los ecosistemas polares
Los ecosistemas polares, como la Antártica, son especialmente vulnerables al cambio climático.
“Conocer cómo estos organismos se han adaptado a lo largo de miles de años nos proporciona pistas vitales para prever la respuesta de los ecosistemas ante las actuales y futuras crisis climáticas”, agrega Maturana.
Esta importante evidencia fue resultado de la cooperación entre científicos de unas diez instituciones diferentes, tanto a nivel nacional como internacional, entre ellas la Universidad de Chile, el Centro Universitario Cabo de Hornos, Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Barcelona y la Universidad de Cambridge, entre otras.
La historia de esta pequeña mosca es un recordatorio de que incluso los seres más diminutos tienen mucho que enseñarnos sobre la persistencia, la adaptación y la interconexión de la vida en la Tierra.
Fuentes y Referencias de la noticia:
- Poulin et all., Ancient diversification in extreme environments: exploring the historical biogeography of the Antarctic winged midge Parochlus steinenii (Diptera: Chironomidae). Frontiers in Ecology and Evolution. (2024).
- Universidad de Chile. Estudio U. de Chile destaca a la mosca antártica como centinela del cambio climático y testigo evolutivo. Publicado en Noticias U. de Chile. (2024).