Los investigadores revelan un vínculo intrigante entre el microbioma intestinal y el trastorno del espectro autista
Los científicos revelan una investigación que apunta hacia un vínculo potencial entre la composición del microbioma intestinal y el trastorno del espectro autista.
Investigadores de la Facultad de Medicina Azrieli de la Universidad Bar-Ilan han descubierto una posible relación entre el trastorno del espectro autista (TEA) y la composición de la microbiota intestinal. Los hallazgos de la investigación fueron publicados en la revista npj Biofilms and Microbiomes. El profesor Evan Elliott, miembro de la Facultad de Medicina Azrieli, dirigió el estudio junto con su colega colaborador y especialista en microbioma, el profesor Omry Koren.
Trastorno del espectro autista
El TEA se refiere a una amplia gama de condiciones del desarrollo neurológico que afectan la forma en que las personas interactúan con el mundo y con aquellos con quienes entran en contacto. Esto puede significar que una persona con TEA puede tener dificultades para interactuar con otros, comunicarse, tener intereses fijos y exhibir comportamientos repetitivos. Aunque se desconoce la etiología exacta del TEA, se supone que es el resultado de una interacción de factores genéticos y ambientales.
Diversidad alfa y beta
Los investigadores evaluaron el microbioma intestinal de 96 personas que se sabía que tenían TEA y 42 personas neurotípicas. El equipo observó diferencias significativas entre dos medidas de diversidad microbiana, alfa y beta.
La diversidad alfa y beta son medidas importantes que se utilizan para comprender mejor la composición microbiana. La diversidad alfa evalúa la cantidad y homogeneidad de especies microbianas en una sola muestra, revelando la variedad y variación de los microbios en el intestino de una persona. La diversidad beta, por otro lado, investiga las diferencias en la constitución microbiana entre múltiples muestras o individuos, proporcionando información sobre las variaciones en la microbiota intestinal.
Resultados notables
Para las personas con TEA, los investigadores observaron un aumento en la diversidad alfa además del aumento en la abundancia relativa de bacterias gramnegativas con forma de bastón del género Bacteroides. Se hizo una observación similar sobre la abundancia de bacterias del filo Bacteriodetes.
Profesor Evan Elliott, investigador de la Facultad de Medicina Azrieli, Universidad Bar-Ilan.
Modelos animales e investigaciones futuras
Los investigadores realizaron experimentos utilizando ratones como organismo modelo para comprender los cambios en el funcionamiento del organismo en respuesta a los cambios en la composición del microbioma. Los ratones recién nacidos que fueron tratados con Bacteroides fragilis mostraron una regulación genética alterada, una mayor frecuencia de comportamientos repetitivos y una alteración del comportamiento social.
Sorprendentemente, estos efectos se mostraron sólo en ratones macho, mientras que las hembras no mostraron anomalías de comportamiento, lo que implica que los machos pueden ser más vulnerables a los factores ambientales que contribuyen al TEA. Los hallazgos resaltan la importancia de realizar investigaciones adicionales sobre los elementos específicos del sexo del TEA, así como el posible efecto de la composición microbiana.
Las ramificaciones de esta investigación van más allá del laboratorio y abren nuevas posibilidades para una mayor investigación sobre los impactos a largo plazo de las manipulaciones microbianas en las primeras etapas del desarrollo, así como sus consecuencias para el desarrollo neuronal.
Referencia de la noticia:
Carmel, J., Ghanayem, N., Mayouf, R. et al. Bacteroides is increased in an autism cohort and induces autism-relevant behavioral changes in mice in a sex-dependent manner. npj Biofilms Microbiomes (2023).