Malaria: ¿cómo afectará el cambio climático a la propagación de esta enfermedad transmitida por vectores?
Un nuevo estudio demuestra el papel vital del agua en la propagación de la malaria y qué efecto tendrá el cambio climático en la transmisión en el futuro.
Determinar cómo fluye el agua a través del continente y qué efecto tienen los procesos reales de evaporación, infiltración y flujo de los ríos ha ayudado a los investigadores a crear una imagen profunda de las condiciones propicias para la malaria en África.
El nuevo estudio utilizó modelos climáticos e hidrológicos para mostrar el papel del agua en la propagación de la malaria y cómo las condiciones cálidas y secas provocadas por el cambio climático disminuirán el número de áreas aptas para la transmisión a partir de 2025. Esto podría conducir a intervenciones más específicas para controlar la enfermedad en África, donde se produce el 95% de los casos mundiales.
El agua importa
La malaria es una enfermedad sensible al clima. Estudios anteriores se han centrado en los totales de lluvia para implicar la presencia de agua superficial adecuada para la reproducción de mosquitos. Pero el nuevo estudio analizó el agua en todo el continente africano para crear una imagen profunda de las condiciones beneficiosas para la malaria.
Los hallazgos enfatizaron el papel de vías fluviales como el río Zambeze en la propagación de la enfermedad y revelaron que la población estimada que vive en esas áreas durante hasta nueve meses al año era cuatro veces mayor de lo que se pensaba anteriormente.
"Y a medida que se disponga de estimaciones cada vez más detalladas de los flujos de agua, podremos utilizar este conocimiento para dirigir la priorización y adaptación de las intervenciones contra la malaria de una manera más específica e informada", añade Smith. "Esto es realmente útil dados los escasos recursos sanitarios que suelen estar disponibles".
Agua en movimiento
En los últimos años, la disminución de los casos de malaria en ese país se ha desacelerado o incluso revertido, en parte debido al estancamiento de las inversiones en respuestas globales para el control de la malaria. Los investigadores predicen que las condiciones cálidas y secas impulsadas por el cambio climático conducirán a una disminución general de las áreas adecuadas para la transmisión de la malaria, pero que estos cambios son más sensibles a las emisiones de gases de efecto invernadero de lo que se pensaba anteriormente.
“El avance clave es que estos modelos tienen en cuenta que no toda el agua permanece donde llueve, y esto significa que las condiciones de reproducción adecuadas para los mosquitos de la malaria también pueden estar más extendidas, especialmente a lo largo de las principales llanuras aluviales de los ríos en las regiones áridas y de sabana típicas de muchas regiones del mundo. África”, dice el profesor Chris Thomas de la Universidad de Lincoln. "Lo sorprendente del nuevo modelo es la sensibilidad de la duración de la estación al cambio climático; esto puede tener efectos dramáticos en la cantidad de enfermedades transmitidas".
“Nuestro estudio destaca la forma compleja en que los flujos de agua superficiales cambian el riesgo de transmisión de malaria en África, posible gracias a un importante programa de investigación llevado a cabo por la comunidad mundial de modelos hidrológicos para compilar y poner a disposición estimaciones de los impactos del cambio climático en los flujos de agua en todo el continente a través del planeta”, añade Simon Gosling, profesor de Riesgos Climáticos y Modelización Ambiental de la Universidad de Nottingham. "Aunque una reducción general del riesgo futuro de malaria puede parecer una buena noticia, tiene el costo de una menor disponibilidad de agua y un mayor riesgo de otra enfermedad importante, el dengue".
Los investigadores esperan que futuros avances en su modelamiento permitan obtener detalles aún más finos de la dinámica de los cuerpos de agua que podrían ayudar a informar las estrategias nacionales de control de la malaria. "Pronto llegaremos al punto en el que utilizaremos los datos disponibles a nivel mundial no sólo para decir dónde están los posibles hábitats, sino también qué especies de mosquitos es probable que se reproduzcan y dónde, y eso permitiría a las personas dirigir realmente sus intervenciones contra estos insectos", concluye Smith.
Fuentes y referencias de las noticias
Mark W. Smith et al. Future malaria environmental suitability in Africa is sensitive to hydrology, Science