Lluvias en Chile y la Oscilación Madden-Julian: una relación que puede ser bastante compleja
La Oscilación Madden-Julian puede explicar semanas con lluvias intesas o con déficit de precipitaciones. Sin embargo, esta oscilación tiene una relación bastante compleja con las precipitaciones de nuestro país.
La precipitación en Chile está en constante relación con lo que hagan distintas oscilaciones atmosféricas de mayor escala. Dependiendo de la escala de tiempo es la oscilación que afecta más directamente. Por ejemplo, El Niño Oscilación del Sur, es una oscilación que suele afectar en la escala de tiempo estacional, es decir, en la escala de los meses.
En la escala de las semanas, la Oscilación Madden-Julian (MJO; Madden-Julian Oscillation) es una de las principales fuentes de variabilidad de la precipitación. Sin embargo, la relación entre la MJO y las precipitaciones depende de muchas cosas.
Utilizando datos grillados de la base de datos CHIRPS (Climate Hazards Group InfraRed Precipitation with Station data) vamos a tratar de ejemplificar las complejidades que tiene establecer una relación entre la MJO y la precipitación en Chile.
La MJO no siempre impacta de la misma forma
El impacto que tendrá la MJO en las precipitaciones en Chile dependerá de la posición de la convección en el trópico y de la condición media de la atmósfera. Esto último vuelve sumamente cambiante la relación entre la MJO y las precipitaciones, ya que el estado medio de la atmósfera, dado por lo que esté pasando con El Niño, la Oscilación Antártica o simplemente la variabilidad sinóptica.
Pero si se promedian muchos días que tienen una misma fase de la MJO, de alguna forma está eliminando el ruido provocado por la variabilidad atmosférica dejando ver la señal provocada por la MJO. Así, se puede ver el impacto medio que provoca la MJO sobre las lluvias en Chile.
En invierno, las fases que están asociadas con un aumento de las precipitaciones en Chile central son las fases 7, 8, 1 y, en parte, la fase 3. Por el contrario, las fases que muestran anomalías negativas de precipitación son las fases 4, 5 y 6. Más al sur tampoco todas las fases tienen el mismo patrón de anomalías.
Este resultado no es sólo estadístico, hay una explicación física detrás. Recordemos que la MJO asocia una posición de las tormentas en el trópico, por lo que cada fase está dando cuenta de la posición de las tormentas tropicales en un momento dado. Las fases favorables para las precipitaciones está relacionadas con tormentas hacia el Pacífico y Sudamérica, mientras que las fases en que las lluvias se ven disminuidas son fases en que las tormentas se ven desplazadas hacia el Continente Marítimo y el Océano Índico.
Por ejemplo, si miramos sólo la fase 7 de la MJO, vemos diferencias a lo largo del año. En invierno, cuando se presenta la fase 7 de la MJO, llueve más en el centro de Chile y menos en el sur. Esto es muy distinto a lo que ocurre durante el verano, cuando casi no hay influencia de la MJO en fase 7 con las precipitaciones (a juzgar por la ausencia de anomalías durante el verano).
Algo similar ocurre con las otras fases de la MJO. Es por esto que la simple ocurrencia de la MJO en alguna fase no significa necesariamente que tendremos una única respuesta de la precipitación, todo va a depender de en qué momento del año esto está ocurriendo.
Si se quiere complicar aún más esta relación, se puede considerar el hecho de que en el campo medio de fondo esté la presencia de otra oscilación, como El Niño o la Oscilación Antártica, pero eso es materia mucho más compleja que se puede abordar en otra publicación. Por ahora, es suficiente que comprendamos que la relación entre la MJO y las precipitaciones en Chile es compleja y dependiente de varios factores externos.