Meteorito en la costa de Guinea aceleró la extinción de los dinosaurios
El descubrimiento de un cráter submarino, a 300 km de la costa del país africano, subraya la teoría de que el impacto de un asteroide, poco después del que acabó con los dinosaurios, puede haber contribuido con el proceso de extinción.
El asteroide Chicxulub, que cayó sobre México y provocó la extinción de los dinosaurios durante el Cretácico-Paleógeno, puede no haber llegado solo a la Tierra. Su choque con nuestro planeta, hace unos 66 millones de años, desencadenó una serie de eventos catastróficos que colocaron al planeta en una fase de congelación, antecedida por tsunamis y grandes terremotos, que eliminaron los dinosaurios del planeta.
Pero este asteroide puede haber tenido un compañero, tal como indica en nuevo estudio de la Universidad de Edimburgo, en el Reino Unido, y de la Universidad do Texas, en los Estados Unidos, publicado en la revista Science Advances. Luego de investigar el fondo oceánico a lo largo de la costa de Guinea, los investigadores encontraron un cráter 300 metros por debajo de una capa de sedimentos que descansan a una profundidad de 900 m, al que le dieron el nombre de Nadir.
Nadir y el fin de los dinosaurios
Este cráter, de unos 8,5 km de diámetro, puede haber sido originado por el impacto de otro asteroide que compartió espacio y tiempo con Chicxulub y, según estudios preliminares, tendría un diámetro de 400 m cuando chocó con la Tierra.
Como generalmente sucede en otros casos, el impacto de un meteorito contra un cuerpo celeste generalmente está acompañado, y esta es precisamente la hipótesis defendida por el grupo de cientistas, teorizando sobre la posibilidad de que Nadir y Chicxulub fuesen parte de una misma roca que se dirigió a la Tierra hace 66 millones de años.
Aunque sea improbable que Nadir haya contribuido de forma tan pertinente para la extinción de los dinosaurios —debido a su tamaño ser inferior al de Chicxulub— la colisión puede haber causado cambios significativos en el clima de la Tierra, así como también terremotos y tsunamis, que habrían devastado la línea de costa a su alrededor del punto de impacto, localizado a unos 400 km de la costa de Guinea, en el punta occidental de África.
Aunque los datos sugieren que ambos meteoritos alcanzaron la Tierra al mismo tiempo, hace 66 millones de años, los investigadores resaltan la necesidad de perforar el cráter subacuático de Nadir, para así estimar mejor su edad, origen y efectos, y para hacer una correlación directa con el cráter de Chicxulub.