Neptuno sufre impresionante cambio climático en menos de veinte años
Durante el verano austral de Neptuno, se han observado variaciones en su temperatura, registrándose un enfriamiento inesperado y un ascenso dramático en el polo sur en los últimos años. Estas mediciones sin precedentes demuestran lo poco que conocemos su atmósfera.
Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto cambios térmicos inesperados en la estratosfera de Neptuno durante su verano austral.
Empleando telescopios terrestres, incluido el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (VLT de ESO) emplazado en el desierto de Atacama, Chile, obtuvieron imágenes térmicas infrarrojas, captadas durante un período de 17 años. Esto facilitó “reconstruir las tendencias generales en la temperatura del planeta con un detalle sin precedentes”, explica ESO en su comunicado.
En el estudio, publicado el 11 de abril en The Planetary Science Journal, presentan un análisis de todas las imágenes disponibles en la actualidad de Neptuno en el infrarrojo medio. Michael Roman, autor principal del estudio e investigador postdoctoral asociado en la Universidad de Leicester, comenta que "este cambio fue inesperado”, a lo que añade: “dado que hemos estado observando Neptuno durante el inicio de su verano austral, esperábamos que las temperaturas se hicieran lentamente más cálidas, no más frías".
¿Qué conocíamos (hasta ahora) de su atmósfera?
Neptuno es un planeta gaseoso, cuya atmósfera está compuesta principalmente por hidrógeno molecular, helio atómico y metano: a diferencia de la Tierra, no contiene oxígeno. El color azul predominante del planeta es el resultado de la absorción de luz roja e infrarroja por parte de la atmósfera de metano de Neptuno, explica el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de Caltech. El octavo y más distante planeta del Sistema Solar presenta temperaturas muy bajas, muy poca luminosidad y es azotado por vientos supersónicos.
El entorno extremo de Neptuno no es propicio para la vida: sus temperaturas, presiones y materiales hacen imposible la adaptación de un organismo. Neptuno tiene una temperatura promedio que ¡alcanza alrededor de -220 °C! Por otro lado, su presión increíblemente alta impide la evaporación del océano de agua súper caliente que se cree que yace bajo las frías nubes de Neptuno. De los planetas gaseosos, Neptuno es el más denso, y además es el más ventoso del Sistema Solar. En efecto, sus vientos pueden llegar a ser nueve veces más fuertes que los de la Tierra.
Lo hace parecido a la Tierra el cambio de estaciones que experimenta mientras orbita alrededor del Sol. Sin embargo, una estación de Neptuno dura alrededor de 40 años, y un año de Neptuno tarda 165 años terrestres, aclara ESO. Ahora, su hemisferio sur se encuentra en verano desde 2005.
Un viaje a lo desconocido
En esta ocasión, los astrónomos estudiaron a fondo los cambios subestacionales en la emisión del infrarrojo medio de Neptuno para entender su comportamiento atmosférico durante el verano austral. Para su sorpresa, descubrieron que “la mayor parte del planeta se había enfriado gradualmente en las últimas dos décadas. La temperatura promedio global de Neptuno se redujo en 8 °C entre 2003 y 2018”. Además, se llevaron un mayor asombro cuando analizaron el ascenso repentino de las temperaturas en el polo sur entre 2018 y 2020: ¡en dos años aumentaron 11 °C!
Nunca antes se habían observado cambios tan abruptos en la temperatura de Neptuno. Pero, ¿por qué ocurrió? Podría ser debido a un cambio en la química estratosférica, o a patrones climáticos aleatorios, o incluso al ciclo solar. Pero aún se desconoce la verdadera causa. Comienza así un viaje a lo desconocido en Neptuno.