Nieve, granizo y más: estos son los diferentes tipo de precipitación sólida que existen
Existen diferentes tipos de precipitación sólida. Seguramente la más conocida es la nieve y en menor medida los granizos, pero existe también el graupel y la lluvia engelante. Aquí describimos todas, para que las reconozcas como un experto.
La capa más baja de la atmósfera llamada troposfera —que es donde estamos presentes y donde se manifiestan todos los procesos meteorológicos— posee una cualidad única: si ascendemos, la temperatura, en promedio, desciende 1°C cada 154 metros, es decir, si por ejemplo tenemos 20°C en superficie, aproximadamente a los 1.000 metros de altitud tendríamos 13,5 °C y así sucesivamente hasta llegar a los 0 °C, la famosa isoterma cero grados.
Bajo esta premisa, no es tan extraño pensar que pueda precipitar de muchas formas distintas; la naturaleza siempre nos depara grandes manifestaciones prácticamente artísticas respecto de la precipitación.
La nieve
Partamos por analizar la nieve. Las nubes, cuando precipitan, tienen una gran extensión vertical y por lo tanto pasan de temperaturas sobre cero, en su parte baja, a temperaturas bajo cero, mientras ascendemos.
Por lo tanto, la precipitación siempre es nieve, y a medida que cae se derrite, precipitando finalmente agua líquida (lluvia). Cuando por diferentes motivos la temperatura en superficie llega a los 0 °C, simplemente no se derrite y cae como nieve hasta el suelo.
Cuando la temperatura se acerca a los 0°C pero no logra llegar a ese límite, la nieve no se derrite totalmente y es lo que llamamos aguanieve. Esta condición depende directamente de la humedad reinante. De hecho, si la humedad es baja, puede resistir mucho más al derretimiento y podemos ver el fenómeno sobre los 0 °C e inclusive más.
El granizo
Una segunda opción de precipitación sólida es el granizo. Esto ocurre cuando las velocidades verticales al interior de una nube comúnmente llamada Cumulonimbus son agresivas.
En el interior de estas nubes, gotas de agua muy frías se convierten en hielo al ascender a las zonas más elevadas de la nube, debido a corrientes que las fuerzan a subir a temperaturas de al menos -15 °C.
Cuando alcanza un tamaño lo suficientemente grande, no puede permanecer más tiempo en el aire y cae por acción de la gravedad, arrastrando en su camino en el interior de la nube muchas más gotas de agua, creciendo en tamaño. Las hay desde 3 a 5 milímetros hasta el porte de una pelota de golf o tenis.
El graupel
El graupel es un tipo de fenómeno muy extraño, que sucede muy a lo lejos. Es un punto intermedio entre granizo y nieve. Al igual que el granizo, se forma bajo nubes tipo Cumulonimbus.
En primera instancia necesitamos agua sobreenfriada, luego una isoterma 0 °C muy baja, dejando a la superficie apenas unos pocos grados sobre 0 °C.
Cuando la nieve comparte el mismo espacio con el agua sobreenfriada al interior de la nube, el agua sobreenfriada choca con los copos de nieve, se cristaliza, crece y cae por gravedad. Es una especie de granizo muy blando. Claro, por fuera es duro como hielo, pero en su interior es nieve.
Lluvia engelante
Finalmente, existe la lluvia engelante, la cual es visible en zonas muy extremas de Chile, como en la zona austral y particularmente en la codillera de todo el país.
Cuando el copo de nieve comienza a descender dentro de la nube, se derrite y pasa a ser agua líquida, pero si se encuentra nuevamente con una capa bajo los 0°C, pasa a ser agua sobreenfriada, y al caer en la superficie se cristaliza.
Este tipo de fenómeno es muy común, por ejemplo, en Estados Unidos donde cables de electricidad, postes, calles y cualquier superficie se llena de hielo, causando infinitos problemas a la ciudadanía.
Así que, la próxima vez que ocurran estos fenómenos ya los entendemos, ya sabremos identificarlos.