Núcleos de hielo dan a conocer cómo la contaminación atmosférica global se desplazó hasta el Ártico

El estudio, publicado en Nature Geoscience, revela cómo la contaminación generada por la quema indiscriminada de combustibles fósiles, llega a zonas remotas de nuestro planeta, afectado la preservación de la biodiversidad.

Ártico con montañas de fondo y mar
Las regulaciones ambientales han logrado favorecer los ecosistemas de esta región de la Tierra, gracias a los respaldos científicos considerados.

El viaje científico de esta ocasión nos conduce al hemisferio norte, específicamente a los núcleos de hielo ubicados en Alaska y Groenlandia, donde se llevó a cabo una importante investigación.

En el estudio, publicado en la revista Nature Geoscience y citado por Phys.org, descubrieron que la contaminación atmosférica -generada por la quema de los combustibles fósiles- alcanzó el Ártico.

Los niveles de contaminación registrados son lo suficientemente significativos como para alterar la química fundamental de la atmósfera ártica.

El equipo de investigación observó esta situación en un lugar inesperado. Mientras medían la disminución en el aire de la actividad de fitoplancton marino, conocida como ácido metanosulfónico o MSA (por sus siglas en inglés) capturada en los núcleos de hielo, los niveles de la contaminación del aire comenzaron a aumentar.

Gráfica explicativa contaminación atmosférica Ártico
Indiscutiblemente, los hallazgos de esta investigación revelan el largo alcance que poseen las emisiones de los combustibles fósiles, respaldando la necesidad de actuar a favor de un aire más limpio. Fuente: Chalif et. al (2024).

"Nuestro estudio es un claro ejemplo de cómo la contaminación del aire puede alterar la química atmosférica a miles de kilómetros de distancia", dijo Jacob Chalif, autor principal del estudio.

El fitoplancton es imperativo en la red alimenticia de los océanos y los ciclos de carbono son considerados una referencia de la respuesta oceánica ante el cambio climático.

La investigación resalta que, cuando Europa y América del Norte comenzaron a quemar grandes cantidades de combustibles fósiles -a mediados de 1800- el MSA inició su disminución en los núcleos de hielo de Groenlandia.

Posteriormente, después de casi un siglo, el mismo biomarcador se desplomó en los núcleos de hielo de Alaska, cercano al momento en que Asia oriental se sometió a la industrialización global.

Resultados obtenidos mediante un núcleo de hielo que contiene ¡un milenio de datos climáticos!

"El nuevo estudio resuelve un misterio marino de años que aborda la importancia del MSA", mencionó Osterberg, quien estuvo a cargo de la extracción de un núcleo de hielo de 213 metros, aproximadamente, del Parque Nacional Denali (Alaska), el cual se utilizó en los análisis.

Oso polar en el Ártico
Los recientes hallazgos abren una nueva puerta para usar los niveles de MSA con el objetivo de medir la contaminación en la atmósfera, especialmente, en regiones de la Tierra que no son fuentes de emisiones obvias, informan los investigadores.

"Sabíamos que el MSA en declive del núcleo de hielo del Denali, no se debió a la productividad marina, por lo que debía estar involucrado algún tipo de cambio en la química atmosférica", resaltó Chalif.

El núcleo de hielo del Parque Nacional Denali contiene un milenio de datos climáticos en forma de burbujas de gas, partículas y compuestos atrapados en el hielo, incluyendo el MSA.

El equipo de investigación demostró que la contaminación del aire, provocado por la quema de combustibles fósiles, se dispersa a través de los océanos Pacífico y Atlántico, inhibiendo la producción del MSA en el Ártico.

Las regulaciones políticas son capaces de frenar los niveles de contaminación a escala global

"Los datos del núcleo de hielo de Groenlandia muestran que la atmósfera local comenzó a estabilizarse cuando la contaminación del aire en Europa y Estados Unidos se regularizó", comentó Osterberg.

Hielo en el Ártico
El MSA se recuperó en la década de 1990, a medida que disminuyeron los niveles de contaminación por nitrógeno, menciona el estudio.

En este sentido, Osterberg dijo palabras muy sabias respecto a algunas creencias actuales:

Me preocupa que las personas más jóvenes se resignen a una crisis climática, porque todo lo que escuchamos es una mala noticia.

El investigador añadió, "creo que es importante reconocer buenas noticias cuando las entendemos, ya que aquí vemos que las regulaciones sí pueden funcionar".

Fuentes y referencias de la noticia:

- Chalif, J.I., Jongebloed, U.A., Osterberg, E.C. et al. Pollution drives multidecadal decline in subarctic methanesulfonic acid. Nat. Geosci. (2024).

- Phys.org. Ice cores show pollution´s impact on Arctic atmosphere (2024).