Olas de calor también ocurren en los océanos
El aumento generalizado de la temperatura terrestre debido al calentamiento global está afectando de forma notoria a los patrones climáticos. Una consecuencia más de esto, es el aumento de los eventos de olas de calor marinas, causantes de la migración forzada de especies.
Los océanos son perfectos reguladores de la temperatura global, además de influir determinantemente en el clima local de las poblaciones costeras. Pero esta capacidad depende también de factores externos, tales como la temperatura atmosférica, el régimen de vientos, la radiación solar o la presión atmosférica que hacen que las aguas ganen o pierdan calor.
Un fenómeno poco conocido asociado a esta capacidad de los océanos de intercambio de calor son las olas de calor marinas (MHW, Marine Heat Waves en inglés), las cuales se han visto incrementadas durante los últimos 100 años según revista Nature.
¿Qué son las MHW?
El estudio de las MHW es relativamente reciente en la comunidad científica, donde el foco había estado puesto más en las fluctuaciones globales de la temperatura de los océanos que en los cambios localizados de las mismas.
Las MHW se definen de forma similar a las olas de claro en la tierra, como temperaturas inusualmente altas que se mantienen por al menos cinco días consecutivos. Las causas que las provocan son por disminución de pérdida de calor hacia la atmósfera o por aumento de transferencia de temperatura hacia la superficie del océano.
¿Y qué influencia tiene el cambio climático?
No se ha demostrado aún una relación directa del cambio climático con las MHW pero, dados los mecanismos de formación de las mismas, cabría esperar que los efectos del cambio climático influyeran en el aumento de estos fenómenos.
Es ampliamente sabido cómo el cambio climático está aumentado la temperatura global del planeta Tierra, y cómo esto está afectando a los regímenes de viento tanto en intensidad como en dirección. Lo primero es causa directa para la transferencia de calor hacia los océanos mientras que los vientos ayudan a transferir calor desde la superficie del océano a la atmósfera. Rompiendo ese equilibrio es que se producen las MHW.
El gran problema del aumento generalizado de la temperatura en los océanos es la acidificación, la cual provoca graves daños en los ecosistemas. Pero las MHW tienen un efecto igual de importante, y es el conocido como desplazamiento o migración termal (Thermal displacement). Al cambiar las temperaturas de ciertas áreas, las especies buscan desplazarse hacia aquellas zonas donde éstas son las adecuadas para su desarrollo, reportándose hasta desplazamientos de miles de kilómetros en especies como el tiburón martillo en búsqueda de aguas más frías.
Estudios científicos recientes han puesto el foco en esto, no sólo por el desplazamiento de grandes especies sino por la modificación de toda la cadena trófica. Estudios en la costa Oeste de California han evidenciado que la calidad del plancton, la base de la cadena trófica, ha disminuido y no es capaz de aportar los nutrientes necesarios a otras especies como las aves marinas, mamíferos marinos y peces pequeños.
Además, la distribución de las MHW es amplia, donde los últimos episodios reportados de las últimas décadas se reparten en el Mar Mediterráneo (2003), oeste de Australia (2011), Atlántico noroccidental (2012), Mar de Tasmania (2015) y Pacífico nororiental (2013-2015 y 2019).