Virus prehistóricos ocultos bajo el hielo emergen por cambio climático
¿Está preparada la humanidad para lidiar con virus y bacterias que “duermen” en las capas de suelo permanentemente congeladas de las regiones polares? El cambio climático acelera la llegada del día en que debamos enfrentar este desafío.
A los muchos impactos que debe enfrentar la especie humana por el aumento de la temperatura global, se suma la llegada desde la prehistoria de microorganismos que pudieran resultar potencialmente peligrosos. La fusión del hielo de los glaciares podría liberar patógenos desconocidos que han permanecido “atrapados” durante cientos de miles de años.
Prestigiosas instituciones del mundo investigan los restos de seres vivos que han sido recuperados tras el deshielo del permafrost en varias zonas del planeta, en un esfuerzo por descifrar nuestro pasado y encontrar claves para entender la virología moderna. Esta semana se dio a conocer que el Centro Estatal de Investigación Vektor de la Universidad Federal del Nordeste de Rusia, inició el estudio de tejidos de animales prehistóricos encontrados en los últimos diez años por el deshielo del permafrost en la región de Siberia, con el objetivo de identificar paleovirus (virus antiguos o “fósiles virales”) y sus vías de evolución.
Las primeras muestras de tejidos blandos que serán analizadas provienen de un caballo de unos 4.450 años de antigüedad, encontrado el 2009 en la región de Verkhoyansk, Rusia. Serán además analizadas muestras provenientes de otros animales de la fauna prehistórica de Siberia como el alce Omoloy, el mammut Malolyakhovsky, los perros Tumat, varios roedores, liebres y otros.
El Museo del Mammut en Yakutsk, capital de la República de Sajá en Siberia Oriental, ha conservado los restos biológicos que constituyen la base de esta investigación, que según se dio a conocer por Maxim Cheprasov, Director del Laboratorio del Museo, ya habían sido objeto de estudios sobre agentes bacterianos, sin embargo, por primera vez se buscan paleovirus en ellos.
¿Realidad o ficción?: los microorganismos que “duermen” en el hielo
La existencia de microorganismos en el permafrost ha sido corroborada en los últimos años por la comunidad científica. En 2005, científicos de la NASA lograron “resucitar” bacterias que habían estado atrapadas en los hielos de Alaska durante 32.000 años. Una década más tarde los investigadores franceses Chantal Abergel y Jean- Michel Claverie descubrieron el Mollivirus sibericum, un virus gigante en una muestra de 30.000 años de antigüedad de permafrost siberiano.
A principios de 2020, un equipo de científicos de la Universidad de Nebraska, la Universidad Estatal de Ohio y el Instituto Conjunto del Genoma del Departamento de Energía de EEUU, aseguran haber encontrado congelados en la parte china de la meseta tibetana 28 grupos de virus desconocidos, alojados en la capa de 15 mil años de antigüedad.
Calentamiento global, amenazas microscópicas y otras consecuencias
Estudios publicados en Nature Communications concluyen que a escala mundial la temperatura del permafrost aumentó en 0,29 ± 0,12 °C entre 2007 y 2016. El deshielo liberará de su “hibernación” de millones de años a gran cantidad de microorganismos, y los científicos no descartan que unas pocas partículas virales pudiesen ser aún infecciosas, y que mediante un huésped vulnerable traerían a nuestros tiempos virus potencialmente patógenos.
Las investigaciones continúan en la identificación de estas amenazas que impactarían directamente a las especies sobre la Tierra, pero no son las únicas. Se estudia la liberación del carbono orgánico del permafrost que se descongela, y que genera emisiones de gases de efecto invernadero que acelerarían el cambio climático.