Peces robot podrían eliminar los microplásticos de los océanos
Un robot con forma de pez, capaz de recoger pequeños fragmentos de plástico en los océanos, fue desarrollado por científicos de la Universidad de Sichuan, en China. ¿Cómo lo hace?
El pez robot fue inspirado, en parte, por la vida marina. Su cuerpo en movimiento utiliza una estructura parecida a una substancia naturalmente fuerte y flexible, que se encuentra en la superficie interna de las conchas de almejas: el nácar o madreperla.
El nácar es un material en capas que parece casi una pared de ladrillos cuando vista en el microscopio. Esta es la estructura que el grupo de cientistas imitó en su robot, dado que las capas deslizantes le permite al robot mover su cola.
Ahora que el grupo ya probó que el concepto funciona, desarrollarán la capacidad de sumergirse a profundidades mayores y extraer más microplásticos del océano.
Microplásticos en el océano
Todos los objetos plásticos pueden liberar detritos microscópicos, conocidos como microplásticos. Estos pequeños pedazos de material, de tamaño inferior a 5 mm, se acumulan en el fondo del mar, donde pueden ser confundidos con comida y quedar atrapados en el tubo digestivo de algún animal.
Algunos plásticos reciben tratamiento químico antes de su utilización. A medida que su revestimiento se degrada, puede liberar sustancias tóxicas en el agua, y causar el envenenamiento de la vida marina que rodea.
Nadie sabe exactamente la cantidad de plástico que existe en los océanos del mundo. Sin embargo, los números más recientes, estiman que los océanos reciben entre 4,8 a 12,7 millones de toneladas de plásticos cada año —según datos publicados en 2015.
Aunque la reducción de residuos plásticos y el filtrado de aguas residuales, antes de alcanzar el océano, puedan ayudar a minimizar la cantidad de microplásticos en nuestros mares, la limpieza del agua ya contaminada es difícil. Las pequeñas partículas pueden alojarse en las grietas del fondo oceánico —áreas de difícil acceso para robots de gran tamaño e inflexibles.
¿Qué hace a este pez robot diferente?
El nuevo pez robot tiene apenas 13 mm de largura. Su diseño inteligente le permite nadar en todas las direcciones, utilizando una fuente de luz como potencia. Cundo se utiliza un láser en la cola del pez, la luz deforma el material, creando una curvatura. Repitiendo este proceso varias veces, el resultado es que la cola se mueva de un lado a otro, haciendo con que el pez robótico pueda nadar a una velocidad de 2,67 veces el tamaño de su cuerpo por segundo.
El cuerpo robótico también contiene moléculas ligeramente cargadas de forma negativa, capaces de atraer microplásticos cargados de forma positiva. Esto significa que el pez robot es tan "pegajoso" que no es necesario que se aproxime mucho a cada microplástico para capturarlo.
No obstante, el grupo probó el pez en microplásticos que flotan en el agua. La próxima fase permitirá verificar si el robot logra atrapar plásticos en una área tan desafiante como en fondo del mar.