¿Podrá el supermosquito antártico productor de anticongelante sobrevivir a la batalla contra el cambio climático?
El mosquito antártico puede ser capaz de hacer frente a vientos gélidos, temperaturas bajo cero y falta de agua, pero ¿cómo resistirá el cambio climático?
¿Cuál dirías que es el animal terrestre más grande endémico de la Antártica? ¿Una foca de Weddell, un pingüino emperador quizás? Bueno, no lo suficientemente cerca, de hecho tendremos que reducir tus expectativas. El animal terrestre más grande de la Antártica es el mosquito antártico (Belgica antarctica).
Adaptaciones sorprendentes
El mosquito antártico exhibe adaptaciones sorprendentes para soportar su hábitat hostil. Debido a su pequeño tamaño, puede vivir en microhábitats algo más cálidos y reducir la pérdida de calor. Puede sobrevivir a temperaturas extremadamente bajas (hasta -15 °C) debido a la acción de las proteínas anticongelantes que se encuentran dentro de su cuerpo, y ha desarrollado una resistencia a la pérdida de agua, sobreviviendo con un déficit de hasta un 70% de este recurso vital que da vida.
Han desarrollado proteínas de choque térmico para proteger sus células de fluctuaciones repentinas de temperatura. Su pigmentación negra absorbe el calor solar y puede vivir en entornos con poco oxígeno. Gracias a estas adaptaciones combinadas, está increíblemente bien preparado para sobrevivir en uno de los climas más hostiles de la Tierra.
El mosquito antártico tarda aproximadamente dos años en madurar como larva, tiempo durante el cual debe sobrevivir en ambientes extremos. Los adultos, en cambio, apenas sobreviven dos semanas.
Los mosquitos se reúnen en enjambres para aparearse durante su breve fase adulta; las hembras mueren poco después de poner sus huevos. Su breve vida asegura que todos sus esfuerzos se dirijan a la procreación. Su etapa larvaria más larga les permite almacenar los recursos necesarios para soportar el duro clima antártico y finalmente madurar hasta convertirse en adultos.
Estas pequeñas minibestias de 2 a 6 milímetros no chupan la sangre de los animales como los mosquitos que prevalecen en las tierras altas de Escocia durante los últimos meses de primavera y verano; de hecho, no muerden en absoluto y desarrollaron una forma sin alas para soportar los duros vientos antárticos.
Adaptación a un clima cambiante
En un comunicado de la Universidad de Kentucky de 2019, se informó que un equipo de investigadores recibió una subvención de 700.000 dólares de la National Science Foundation para estudiar tres especies de mosquitos en la Antártica, incluido el mosquito antártico. Los científicos aventuraron que el mosquito es un organismo modelo favorable para revisar la historia de la Antártica y su futuro en el contexto del cambio climático global.
Los hallazgos de una investigación de 2022 destacaron el impacto negativo de un "aumento realista de 2 °C en la temperatura del microhábitat invernal". Tal aumento de temperatura reduce la supervivencia de las especies y dificulta el desarrollo y la reproducción de los insectos.
Fuentes y referencias de la noticia:
- Devlin, JJ., Unfried, L., Lecheta, MC., et al. Simulated winter warming negatively impacts survival of Antarctica's only endemic insect. Functional Ecology. 2022.
- University of Kentucky. UK Entomologist Receives NSF Grant to Study Antarctic Insects. 2019.