Proyecto pretende detectar las tormentas geomagnéticas severas con mayor anticipación

Entre los avances tecnológicos previstos para un futuro cercano, se encuentra la construcción de un rastreador de tormentas geomagnéticas impulsado por una vela solar que permita detectarlas en un mayor plazo de tiempo. Descubre más a continuación.

tormenta geomagnética
Aún no contamos con un sistema de alerta temprana que indique con un plazo considerable de tiempo la llegada de una tormenta geomagnética fuerte.

Un grupo de científicos de la Universidad de Sapienza (Roma, Italia) y de la Agencia Espacial Italiana ha propuesto el empleo de detectores de tormentas geomagnéticas propulsados por velas solares. Con esta tecnología de punta, lograrían anticiparse al impacto de estos peligrosos eventos en la Tierra con un mayor plazo que el del actual sistema de alerta temprana.

Las tormentas geomagnéticas son una perturbación temporal de la magnetósfera terrestre que, si son de gran magnitud, constituyen un riesgo importante para el planeta, principalmente en el ámbito tecnológico. Por este motivo, es fundamental hacer seguimiento de las expulsiones de material del Sol, y más ahora que estamos transitando por un máximo de actividad solar.

¿En qué consiste el proyecto?

La misión, conocida como Helianthus –nombre científico del girasol– busca proporcionar diferentes niveles de alarma para las tormentas geomagnéticas. Para implementar el proyecto, se construiría una gran vela solar para propulsar un rastreador de tormentas solares de rápido movimiento.

El objetivo sería emitir una advertencia con 100 minutos de anticipación al evento. Actualmente, los tiempos de alerta para las tormentas solares son de solo unos minutos, puesto que los detectores se encuentran en la órbita terrestre baja.

vela solar
En la imagen, se observa la misión Light Sail 2 con sus velas solares desplegadas. Crédito: Josh Spradling/The Planetary Society.

Entonces, ¿cómo obtendría esta misión una mejora en el sistema de alerta temprana? La idea sería colocar la vela solar en un punto conocido como sub-L1 del sistema Sol/Tierra, que consiste en un punto artificial de Lagrange (L1).

En este contexto, la parte más difícil sería llevar la vela solar hasta ese lugar: esta tecnología emplea fotones para empujarse hacia el exterior en el sistema solar. Sin embargo, en este caso se requiere dejarla fija en el sub-L1, es decir, en un punto cercano al Sol. Este es precisamente el desafío que enfrentan actualmente en la misión Helianthus. Por lo pronto, no se usarían cohetes para el mantenimiento de la estación, sino una serie de actuadores electrocrómicos o de cristal líquido.

¿Qué es una vela solar?

La vela solar consta de una superficie compuesta por una o varias láminas reflectantes muy ligeras. Consiste en un método que sirve para impulsar sondas o naves espaciales, como alternativa a los motores.

Efectivamente, se basa en la propulsión fotónica: la presión de la luz solar es la encargada de propulsar. La variación en la inclinación de la vela solar permite que los fotones reboten en la superficie reflectante para empujar una nave espacial.

Recientemente, la NASA ha puesto en órbita la misión Solar Sail. También conocida como 'Sistema de Vela Solar Compuesta Avanzada', esta misión busca aprovechar el propulsor de la luz solar para navegar por el espacio, ampliar la comprensión del sistema solar, demostrar el rendimiento de la vela y avanzar en los futuros viajes espaciales. De esta forma, se potencian las misiones de mayor duración y de menor costo.

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