¿Qué es la rueda de la comida? Te lo explicamos
La rueda alimentaria es una guía visual y sencilla que facilita la organización de una dieta equilibrada, completa y variada. Desde 1977, esta guía ha contribuido a mejorar la calidad de vida y la salud de la población.
Desde su primera versión, en 1977, este modelo ha sido fundamental en la educación alimentaria en Portugal, ayudando a la población a tomar decisiones más saludables y adaptadas a sus necesidades. En formato circular, la rueda se divide en siete grupos de alimentos, cada uno de los cuales representa una parte esencial de la nutrición diaria y con recomendaciones de porciones específicas para diferentes grupos de edad y niveles de actividad.
¿Cómo podemos entender la rueda alimentaria?
Cada grupo de alimentos en la rueda tiene una importancia específica, y su tamaño en el círculo indica la proporción recomendada para el consumo diario. Los cereales y derivados, incluidos los tubérculos, ocupan la mayor parte de la rueda, con una recomendación de 4 a 11 raciones diarias. Este grupo, que representa aproximadamente el 28% del círculo, incluye alimentos como el pan, el arroz, la pasta y las patatas, que son importantes fuentes de energía, fibra, vitaminas y minerales.
Las verduras ocupan aproximadamente el 23% de la rueda y se recomiendan entre 3 y 5 raciones diarias. En este grupo se incluyen verduras como el brócoli, la zanahoria y las espinacas, conocidas por su valor nutricional, que incluye vitaminas, minerales y antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico. El grupo de las frutas representa el 20% y se recomienda consumir de 3 a 5 porciones al día, aportando importantes nutrientes como fibra, vitaminas y compuestos antioxidantes, esenciales para una buena digestión y prevenir enfermedades crónicas.
Otro grupo destacado es el de los lácteos, que ocupan el 18% de la rueda. En este grupo se incluyen la leche, el queso y el yogur, alimentos fuente de calcio, proteínas y vitaminas, como la vitamina D, recomendándose entre 2 y 3 raciones diarias. El grupo de las carnes, pescados y huevos representa el 5% del grupo y es una fuente importante de proteínas, hierro y vitamina B12, recomendándose entre 1,5 y 4,5 raciones diarias. Sin embargo, se da preferencia al consumo moderado de carne y a la inclusión de pescado, rico en ácidos grasos omega 3.
Las legumbres, como las judías, los garbanzos y las lentejas, constituyen el 4% de la rueda y son imprescindibles en la dieta mediterránea, con buenas fuentes de proteínas vegetales, fibra y hierro. Se recomienda consumir de 1 a 2 porciones diarias. Las grasas y aceites ocupan la parte más pequeña de la rueda, con sólo el 2% del círculo, sugiriéndose de 1 a 3 porciones diarias. En este grupo se incluye el aceite de oliva y otras grasas saludables, esenciales para la absorción de determinadas vitaminas y con conocidos beneficios para la salud cardiovascular.
El papel del agua y los principios de la rueda alimentaria
Aunque el agua no constituye un grupo específico, está en el centro de la rueda alimentaria, representando la necesidad de hidratación diaria, fundamental para el funcionamiento del organismo. Las necesidades de agua varían entre 1,5 y 3 litros por día, dependiendo de factores como la edad, el clima y el nivel de actividad física. El agua es esencial para la vida humana y es esencial para mantener la salud.
La rueda alimentaria se basa en tres principios fundamentales: una dieta completa, equilibrada y variada. Una dieta completa es aquella que incluye diariamente alimentos de todos los grupos, asegurando que el organismo reciba todos los nutrientes necesarios. El equilibrio se consigue consumiendo cantidades adecuadas de cada grupo, según el tamaño que ocupan en la rueda, lo que permite ingerir los nutrientes en la proporción adecuada. La variedad, a su vez, implica consumir diferentes alimentos dentro de cada grupo, explorando la diversidad nutricional a lo largo de las estaciones.
La relación con el estilo de vida mediterráneo
Este modelo dietético está alineado con los principios de la dieta mediterránea, un estilo de vida ampliamente reconocido por sus beneficios para la salud, especialmente para prevenir enfermedades cardiovasculares y promover la longevidad. La rueda alimentaria mediterránea, lanzada en 2017 por la Dirección General de Salud y la Universidad de Oporto, destaca los alimentos frescos y locales, como frutas, verduras, aceite de oliva y pescado, promoviendo opciones saludables y sostenibles.
Se trata de un modelo que valora la moderación en el consumo de carnes y dulces, además de fomentar el uso de legumbres y grasas saludables, componentes esenciales de la tradición alimentaria mediterránea.
Desde su introducción, la rueda alimentaria actualiza constantemente para adaptarse a los cambios en las recomendaciones de salud pública y a los nuevos hábitos alimentarios de la sociedad. La actualización más reciente refuerza la importancia de los alimentos tradicionales portugueses y promueve la valoración de opciones alimentarias sostenibles y de calidad.
La rueda mantiene su forma circular original, a diferencia de las pirámides alimenticias que clasifican los alimentos. En cambio, la rueda asigna igual importancia a todos los grupos, promoviendo la idea de que todos los alimentos tienen su papel en la nutrición.