¿Qué pasaría si durante 5 segundos la Tierra se quedara sin oxígeno?
Nos estamos acostumbrando a vivir fenómenos atmosféricos tan extremos como huracanes, inundaciones, sequías y olas de calor, pero imaginarse un mundo sin oxígeno parece algo imposible. Las consecuencias serían devastadoras.
Imaginemos un mundo donde el oxígeno, ese componente esencial que respiramos, se desvaneciera durante tan solo 5 segundos. Es un caso hipotético e improbable que tendría consecuencias inmediatas, según el científico Andrew Cote de la Universidad de Columbia. A continuación desarrollamos sus pesquisas publicadas en The Independent.
Efectos nefastos a nivel atmosférico
Ya en el primer segundo de la desaparición del oxígeno, el impacto atmosférico sería inmediato. La atmósfera terrestre, compuesta en gran parte por nitrógeno y oxígeno, experimentaría una perturbación inédita. Las corrientes de aire, que son impulsadas por las diferencias en la presión atmosférica creadas por la presencia de oxígeno, se verían abruptamente alteradas.
Este fenómeno tendría consecuencias en cascada, afectando los patrones climáticos y desencadenando eventos meteorológicos impredecibles en todo el mundo.
El cielo se tornaría negro
Otra de las consecuencias más inmediatas sería un impacto sorprendente en la interacción de la luz solar con la atmósfera. Es decir, dado que la atmósfera no tendría oxígeno para dispersar los rayos de luz el cielo se quedaría totalmente negro.
Habría cambios inmediatos en el clima
Además, la radiación solar llegaría a la superficie terrestre de manera más directa, alterando las temperaturas de manera significativa. Las áreas expuestas a la luz solar experimentarían un aumento instantáneo de la temperatura, mientras que las regiones a la sombra se sumirían en un enfriamiento rápido.
También efectos negativos en nuestro cuerpo
Obviamente la falta de respiración sería el problema principal, aunque si sólo fueran 5 segundos sin oxígeno, es probable que nuestros pulmones no lo notaran, pero la caída repentina de la presión del aire tendría efectos nefastos en nuestros tímpanos. También afectaría a nuestros órganos internos, provocando malestar y desorientación generalizados.
Ciudades enteras quedarían devastadas
El oxígeno desempeña un papel crucial como agente aglutinante en las composiciones de hormigón. Imaginar un breve lapso en el que el oxígeno se ausentara por completo se traduciría en el colapso y desintegración de edificaciones, puentes y demás estructuras de hormigón.
Los aviones caerían en picado estrellándose al suelo
Otro de los efectos más impactantes lo veríamos en los transportes, pues todos los motores de combustión interna se pararían. El resultado sería que todos los aviones caerían a plomo al suelo, y los coches y cualquier tipo de vehículo dejarían de funcionar.
Adiós a la capa de ozono
Esta cascada de catástrofes culminaría con la desaparición de la capa protectora de ozono, que está compuesta por tres átomos de oxígeno. Eso significaría dejar todo expuesto a la intensa radiación ultravioleta del Sol y se quemaría rápidamente.
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Referencia de la noticia
Andrew Cote, Sciences BSC, University of British Columbia. The Independent