¿Qué pasaría si los niños aprendieran a escribir antes de trazar letras? Científicos proponen un nuevo método

Nuestras primeras palabras eran simples trazos como "mi mamá me mima", sin mucho significado. ¿Y si enseñamos a los niños a crear significados desde el principio en vez de solo copiar letras? Descubre cómo revolucionar la enseñanza de la escritura.

Profesora y alumna.
En el dictado al docente, los niños deciden qué quieren escribir y lo dictan al docente, quien lo transcribe en la pizarra o en cuadernos.

La mayoría de nosotros, cuando recordamos cómo aprendimos a escribir, visualizamos muchas letras repetidas o una al lado de la otra: emes, enes o "la m con la a": ma, "la p con la a": pa, escritas una y otra vez en los cuadernos de preescolar.

Nuestras primeras palabras eran solo eso, palabras sueltas con poco significado como "mi mamá me mima", centradas más en el trazo que en la intención. Pero ¿qué pasaría si en vez de enseñar a los niños a escribir solo copiando letras, pudiesen crear significados desde el principio?

La enseñanza de la escritura ha quedado tradicionalmente en segundo plano respecto a la lectura en muchas aulas.

Esto lleva a que aprender a escribir se reduzca a copiar letras sin contexto ni propósito comunicativo. Sin embargo, la evidencia científica indica que las prácticas de lectura y escritura deben ser significativas y tener sentido para los estudiantes.

Aunque la lectura en voz alta por parte de los docentes es una práctica común, la mediación para la producción de textos escritos desde edades tempranas aún no es tan frecuente ni valorada por las familias. Es crucial cambiar esta perspectiva para que los niños encuentren propósito y significado en sus primeras experiencias de escritura.

Estrategias para empezar a escribir sin tener que trazar las letras aún

Las investigaciones señalan que el "dictado al docente" es una de las estrategias más eficaces para desarrollar la escritura en los niños. Durante los primeros años, los pequeños aún no dominan completamente las habilidades necesarias para escribir por sí mismos, como las relaciones entre fonemas y grafemas, la memorización de letras o las habilidades motrices, que suelen consolidarse alrededor de los 8 años.

El dictado al docente se basa en el diálogo y la interacción entre un docente y los escolares, donde se invierten los roles tradicionales del dictado. En lugar de escribir lo que el docente dicta, los niños deciden qué quieren escribir y lo dictan al docente, quien lo transcribe en la pizarra o en cuadernos.

Este método permite a los niños tomar decisiones sobre el contenido de sus escritos y fomenta la producción de textos con propósito comunicativo desde una edad temprana. La evidencia muestra que los niños pueden crear textos complejos sin necesidad de trazar letras o dominar completamente las relaciones entre letras y sonidos.

Esta técnica no solo beneficia a los niños al no sobrecargarlos mentalmente, sino que también los involucra en un aprendizaje más significativo y funcional, donde la capacidad de expresión es primordial.

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Esta técnica expande el potencial comunicativo de los niños, permitiéndoles escribir géneros textuales interesantes como noticias, cuentos y experimentos.

Además, esta técnica amplía el potencial comunicativo infantil y las posibilidades de escritura de géneros textuales interesantes para los niños, como noticias, cuentos y experimentos. Las situaciones cotidianas en las salas de clases generan numerosas oportunidades para escribir con sentido. Por ejemplo, si un ventarrón rompe las ramas de un árbol en el patio, los niños pueden crear su propia noticia o enviar una carta al periódico local. Si desean hacer un regalo, pueden elaborar su propio libro de relatos divertidos.

Propuesta basada en evidencias científicas

Según los expertos, esta es una propuesta innovadora respaldada por evidencias científicas, que plantea un enfoque similar al de la lectura en voz alta a los niños. En la mediación de la lectura, los adultos utilizan sus ojos para ver las letras y palabras, pasan a la siguiente página con las manos y explican las imágenes y expresiones.

De manera análoga, en la mediación de la escritura, los adultos pueden usar sus ojos, manos y explicaciones para componer un texto a partir de letras y palabras. Así, los niños aprenden cómo se construye y organiza un texto con un propósito comunicativo significativo.

La idea es, por ejemplo, nunca decirle a una niña de cuatro años "No leas, porque no sabes", sino "¿Quieres que leamos?". Con el dictado al docente, tampoco dirían "No escribas, porque no sabes". En su lugar, proponen decir: "Dime, ¿qué quieres contar? Yo lo escribo por ti".

De esta forma, los adultos actúan como lápices, ayudando a los niños a expresar sus ideas y a desarrollar sus habilidades comunicativas desde sus primeros pasos en la escritura. Este método no solo facilita el aprendizaje, sino que también da a los niños un sentido de participación y logro en el proceso de escritura.

Fuentes y referencias de la noticia

- The Conversation . Escribir es más que trazar letras, incluso antes de los seis años.