Refugios climáticos en Chile: alternativa para aminorar la crisis climática

El cambio climático cada vez incrementa su impacto a nuestro planeta, amenazando a una variedad de ecosistemas que constantemente reciben el embate de estos cambios a nivel global, obligándolos a buscar caminos para adaptarse, mitigar o definitivamente extinguirse.

Ante tales circunstancias, es necesario encontrar alternativas para conservar la vida frente a cambios climáticos extremos, por lo que para algunos científicos el enfoque está puesto en encontrar zonas que cumplen con características que permitan la supervivencia de las especies, incluso del ser humano.

Refugios climáticos, la nueva alternativa de protección natural

Patricio Pliskoff, geógrafo, Doctor en Ecología y académico de la Universidad Católica y el Programa Patagonia Austral de la Universidad Austral de Chile, ha investigado la factibilidad de refugios climáticos en nuestro país, dando a conocer recientemente sus resultados, en un estudio donde se detectan diversos refugios climáticos terrestres y marinos en la Patagonia chilena.

Según el estudio, identificar estos refugios es una herramienta fundamental porque permite definir sitios de albergue, ya que nuestro país posee una gran riqueza en diversidad de ecosistemas terrestres y marinos que debemos proteger.

La Patagonia como protección y albergue

A través de un estudio que combinó la biodiversidad, geodiversidad y variables climáticas, Patricio Pliskoff, quien lideró el estudio, identificó algunas zonas específicas aptas para refugios climáticos en la Patagonia.

Pliskoff comentó a CNN Chile que: “Entre las zonas que hemos identificado como refugios principalmente está la zona de Chiloé continental, Palena, Futaleufú. También hay zonas como al norte de Tierra del Fuego y en la Región de Magallanes, en la zona de fiordos y canales”.

“La identificación de refugios climáticos para la biodiversidad puede ser clave para la subsistencia de especies en las condiciones actuales y futuras de clima. Por ello en otros países, como Australia y Estados Unidos, estos refugios son una herramienta usada para determinar aquellas áreas cuya conservación debe priorizarse, y se espera que en Chile prescindan de lo mismo”, dijo Pliscoff.

“Por ejemplo, las laderas sur, son zonas que reciben menor radiación solar que las laderas norte, lo que en términos naturales disminuye la temperatura, lo mismo ocurría en las quebradas”, dijo Pliscoff.

Respecto a la velocidad con la que actúa el cambio climático, por ejemplo, en zonas planas la velocidad aumenta, porque existe mayor probabilidad de que la temperatura aumente y la precipitación disminuya a diferencia de relieves más abruptos, como lo que ocurre en los valles de la zona centro y centro sur de Chile.

También el estudio analizó la factibilidad de las áreas protegidas de la Patagonia, para usarse como refugio climático y el resultado arrojó que el 80% de estas áreas protegidas podrían funcionar como refugio potencial.

El académico comenta: “Hoy en Chile no existe aún, ningún área que está definida como refugio climático, el estudio está hecho para poder enmarcar algunas áreas que ya tienen la categoría de áreas de protección, públicas o privadas, y se puedan identificar como refugio”.

Existe también un lugar propicio en la zona central de Chile

Pese a que el estudio está enfocado en la Patagonia, también han identificado una zona como refugio climático en la zona central, en la Región de Valparaíso: los Bosques de Zapallar, una zona ubicada en la cordillera de la costa, entre Zapallar y Papudo.

“Como está orientado hacia el mar, entonces tiene influencia de la neblina costera y se da un tipo de ecosistema muy particular que se mantiene, independientemente de las condiciones de megasequia que existen alrededor como en La Ligua o Cabildo”, dijo Pliscoff.

Pero pese a que este sitio tiene condiciones aptas para refugio, en la zona central esto se da solo en zonas puntuales, mientras que la Patagonia provee zonas mucho más extensas.