¿Sabías que los pájaros pueden oír a sus padres desde el huevo? Un estudio sobre gaviotas revela este descubrimiento
Un nuevo estudio sobre gaviotas ha revelado que los embriones de aves escuchan las conversaciones de sus padres. ¿Qué información obtienen y cómo influye esto en el desarrollo de la descendencia?
Muchos animales comienzan a desarrollarse dentro de un huevo o del cuerpo de su madre, aparentemente aislados del mundo exterior. Sin embargo, los embriones de algunas especies, incluida la humana, pueden sentir y responder a estímulos externos.
Pareja hablando para coordinar la crianza de los hijos
En muchas especies animales, los padres ajustan constantemente los recursos que invierten en sus crías. Esto a menudo requiere una coordinación activa de las tareas de los padres, lo que permite a ambos miembros contribuir eficazmente al cuidado y crianza de la descendencia.
En las gaviotas del género Larus (que incluye a la mayoría de las gaviotas grandes), ambos sexos colaboran en el cuidado de la descendencia. Durante la fase de incubación, el macho y la hembra se turnan para cuidar los huevos. Cuando uno de la pareja regresa al nido, inician un impresionante intercambio de sonidos y vocalizaciones. Estas conversaciones, que también se dan en otras aves, son fundamentales para coordinar la incubación de los huevos, la búsqueda de alimento y el cuidado de las crías.
Sin embargo, no todas las parejas de gaviotas son igualmente comunicativas: mientras algunas mantienen largas conversaciones, otras son mucho menos comunicativas. Curiosamente, las parejas más comunicativas tienden a coordinarse mejor durante la crianza y, en consecuencia, sus polluelos reciben mejor cuidado.
Esto plantea una posibilidad fascinante: que los embriones puedan escuchar las conversaciones de sus padres desde el interior del huevo y prepararse para el tipo de atención que recibirán.
Embriones que capturan los secretos de sus padres
A primera vista, los embriones de aves parecen permanecer en un estado de pasividad, confinados en el interior de sus huevos. Sin embargo, estudios recientes indican que tienen una notable capacidad para percibir el mundo exterior a través de sonidos, especialmente durante las últimas etapas de desarrollo.
En un reciente estudio realizado en la Universidad de Vigo investigaron la posibilidad de que los embriones de aves puedan obtener información sobre los cuidados que recibirán de sus padres escuchando sus conversaciones durante la incubación.
Para ello se estudiaron 44 familias de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) en la isla de Sálvora, en el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia (España).
De cada familia, se recolectaron dos huevos hermanos y se expusieron a diferentes señales de comunicación de los padres en incubadoras artificiales. Uno de los huevos fue expuesto a grabaciones de gaviotas manteniendo largas conversaciones, provenientes de parejas muy comunicativas.
Por el contrario, su hermano escuchó conversaciones breves de compañeros menos comunicativos. Después de la eclosión, los dos hermanos fueron devueltos juntos a un nido anfitrión. El objetivo del estudio era evaluar si el nivel de comunicación de los padres, tal como se percibe desde el interior del huevo, afectaba al desarrollo de la descendencia.
Ambos hermanos compartían los mismos padres genéticos y el mismo entorno de crianza. Por lo tanto, la única diferencia entre ellos radica en los niveles de comunicación de los padres que escucharon durante una breve ventana de desarrollo.
Cambios en el desarrollo y comportamiento de las crias
Luego de analizar los datos, se encontró que el nivel de comunicación entre los padres determinaba el desarrollo de su descendencia. Los embriones que escucharon a padres comunicativos mostraron un desarrollo embrionario más largo que sus hermanos.
Además, el grado de comunicación entre los padres alteró los niveles de metilación del ADN (un proceso biológico que regula la expresión de ciertos genes) y la respuesta hormonal al estrés en los polluelos. En los vertebrados, estos cambios pueden tener efectos duraderos y de por vida.
Las conversaciones de los padres también afectaron el comportamiento de los polluelos. Aquellos que escucharon grabaciones de padres comunicativos antes de nacer pidieron comida con más intensidad. Este comportamiento podría permitirles obtener más alimentos en un contexto familiar adecuado.
Sorprendentemente, cuando fue criado por padres coordinados, el hermano que escuchó a los padres comunicativos antes de nacer tuvo un mejor estado nutricional y creció más rápido que su hermano que escuchó menos comunicación entre los padres.
Fuentes y referencia de la noticia:
Ruiz-Raya F.; Velando A., Lasting benefits of embryonic eavesdropping on parent-parent communication. Science Advances (2024).