¿Se está calentando la Tierra más rápido de lo esperado? ¿Qué consecuencias puede acarrear?
El período 2011-2020 se caracterizó por concentraciones crecientes de gases de efecto invernadero, lo que provocó temperaturas récord en la tierra y los océanos, así como una aceleración dramática en el derretimiento del hielo y el aumento del nivel del mar.
La década 2011-2020 es la más calurosa registrada y pone de relieve los urgentes desafíos ambientales que enfrentamos. Según un informe reciente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), este período marca una alarmante aceleración del cambio climático.
Este documento, presentado en la COP28, pinta un panorama preocupante de las transformaciones climáticas que han afectado al planeta durante estos 10 años cruciales.
Temperaturas récord: una señal alarmante
El informe destaca temperaturas récord en la tierra y en los océanos, resultado directo del continuo aumento de la concentración de gases de efecto invernadero. La temperatura media de la superficie mundial durante el período 2011—2020 supera la media del período 1850—1900 en 1,10±0,12 °C, siendo los seis años más cálidos entre 2015 y 2020. El Ártico, en particular, registró anomalías positivas que alcanzaron en sitúa 2°C más caliente que el promedio de 1981-2010.
El exsecretario General de la OMM, Petteri Taalas, está haciendo sonar la alarma, señalando que cada década desde la década de 1990 ha sido más cálida que la anterior. Los impactos son devastadores. La Antártica y Groenlandia perdieron un 38% más de hielo entre 2011 y 2020 respecto a la década anterior.
Pérdida sin precedentes de glaciares y casquetes polares
El derretimiento acelerado del hielo es un fenómeno sin precedentes: los glaciares pierden hasta un metro de espesor por año, lo que amenaza el suministro de agua de millones de personas. Los glaciares cercanos al ecuador, como los de Papúa y África, corren el riesgo de desaparecer entre 2030 y 2040.
La capa de hielo de Groenlandia perdió un promedio de 251 gigatoneladas por año, alcanzando un récord de 444 Gt en 2019. De manera similar, la capa de hielo de la Antártica perdió 143 Gt por año, un aumento de casi el 75% con respecto a la década anterior.
Cambios oceánicos: profundos impactos en los ecosistemas marinos
El océano, que absorbe alrededor del 90% del calor acumulado, muestra signos alarmantes de calentamiento. Entre 2006 y 2020, el calentamiento en los 2.000 metros superiores del océano se duplicó en comparación con el período 1971-2000, alcanzando un nivel récord en 2020.
Estos cambios tienen implicaciones tanto locales como globales y contribuyen a olas de calor marinas más frecuentes e intensas. La construcción de caparazones y esqueletos de organismos marinos está comprometida. La biodiversidad marina está sometida a graves presiones, lo que pone en peligro la seguridad alimentaria y la estabilidad de los ecosistemas costeros.
Fenómenos extremos: una amenaza creciente al desarrollo sostenible
Los fenómenos meteorológicos y climatológicos extremos (otra faceta del cambio climático) son cada vez más devastadores. Su impacto compromete seriamente los esfuerzos a favor del desarrollo sostenible.
La acción climática, tanto a nivel público como privado, experimentó un aumento significativo de la financiación entre 2011 y 2020, pero el informe destaca la necesidad de multiplicar por siete estos esfuerzos para alcanzar los objetivos marcados. Se subraya la urgencia de una acción climática más ambiciosa, con un llamamiento apremiante para limitar el calentamiento a 1,5°C en comparación con la era industrial.
Un rayo de esperanza: la capa de ozono se está recuperando
A pesar de los sombríos hallazgos, el informe ofrece un rayo de esperanza: el agujero de ozono sobre la Antártica fue más pequeño durante el período 2011-2020, un resultado positivo de la acción internacional coordinada bajo el Protocolo de Montreal.
Esto demuestra que los esfuerzos concertados pueden revertir el daño ambiental, proporcionando un modelo para abordar otras amenazas planetarias.
Un llamado a la acción: limitar el calentamiento a 1,5°C
El informe de la OMM es una llamada de atención que exige medidas urgentes para evitar que el cambio climático se salga de control. Taalas destaca que las emisiones de GEI debidas a las actividades humanas son la principal causa de estos cambios.
Reducir drásticamente estas emisiones debe convertirse en una prioridad absoluta para la supervivencia de nuestro planeta y la nuestra propia. El objetivo de contener el aumento de la temperatura a 1,5°C con respecto a la era preindustrial debería guiar las acciones a tomar.