Se está produciendo un choque entre galaxias. Se espera que dure cientos de millones de años
Dos galaxias, a millones de años luz de distancia, están chocando. Este es un evento que durará cientos de millones de años. La colisión está cambiando de forma y ya ha desencadenado una intensa actividad de formación estelar.
Se registró una colisión en dirección a la constelación de Leo Menor, a unos 465 millones de años luz de la Tierra. Testigo de la colisión es el Telescopio Espacial James Webb, que detectó detalles de la colisión gracias a sus dos instrumentos, NIRCam y MIRI.
La colisión es entre dos galaxias y aún continúa... ¡se espera que dure cientos de millones de años!
¿Quiénes son los involucrados en esta colisión galáctica?
Se trata de dos galaxias muy diferentes cuyas órbitas se han cruzado. Este sistema de galaxias en colisión se llama Arp 107. Afortunadamente para ellos, no fue una colisión frontal, por lo que el daño finalmente será limitado.
Una de las dos galaxias es una galaxia elíptica. Este tipo de galaxia se llama así por su forma globular y la falta de estructuras particulares. Estas galaxias son relativamente antiguas y están compuestas predominantemente por estrellas de Población II. En ellos no hay actividad de formación estelar, no tienen cúmulos de estrellas jóvenes y contienen una pequeña cantidad de polvo y gas.
La otra galaxia está clasificada como galaxia Seyfert. Se trata de una galaxia espiral, similar a la nuestra, pero con un núcleo mucho más brillante cuyo brillo tiende a variar con el tiempo. Se cree que la enorme energía producida en el núcleo de estas galaxias se debe a la presencia de un agujero negro masivo. Es el proceso de caída de gas y polvo atraídos por la gravedad del agujero negro el que genera energía.
Consecuencias del “accidente”
La colisión galáctica está teniendo varias consecuencias. Como decíamos, al no ser la colisión frontal, sólo estuvieron involucradas las espirales de la galaxia espiral, mientras que su núcleo mantiene su forma original.
En la imagen de portada, obtenida con la cámara NIRCam + MIRI, se puede ver claramente un brillante rastro de estrellas que, arrancadas de su galaxia nativa, forma una especie de puente de conexión entre las dos galaxias.
La colisión entre galaxias es uno de los fenómenos que desencadena intensos procesos de nacimiento de nuevas estrellas. Las perturbaciones gravitacionales entre ambos generan variaciones en la densidad del gas presente, creando condiciones ideales para desencadenar la formación de estrellas.
Esta colisión no es diferente. De hecho, el instrumento MIRI de James Webb muestra (en color rojo anaranjado) no sólo el polvo presente en la galaxia espiral, sino también las regiones donde se está produciendo una intensa actividad de formación. Por último, pero no menos importante, podemos ver el brillante núcleo de la galaxia espiral, que también alberga un agujero negro supermasivo.
Por otro lado, si la colisión desencadena la formación de estrellas, también tiene el efecto de eliminar parte del gas y del polvo presentes en la galaxia espiral. Por lo tanto, la galaxia se encuentra privada de aquellos ingredientes que podrían haber llevado a la formación de otras estrellas.
Y después de eso, ¿qué pasará?
Anteriormente, el mismo telescopio James Webb observó una galaxia, llamada “Cartwheel” que es el resultado final de una colisión que sufrió una galaxia espiral y que ocurrió hace unos 400 millones de años.
Esta galaxia ha perdido su forma original y ahora tiene dos grandes anillos, uno interno y otro externo, que conectados por rayos parecen expandirse desde el centro de la colisión como ondas de choque.
Actualmente, Arp 107 ha tomado la forma de una cara sonriente (dos ojos arriba y una sonrisa abajo), pero no durará para siempre. Como se mencionó, la colisión está en curso, durará cientos de millones de años y seguirá cambiando su apariencia.