Se exploran las cuevas lunares para la próxima llegada del hombre
Nuevo estudio revela las características de las cuevas y pozos lunares que pueden ofrecer refugio seguro al hombre, en su regreso a la Luna en 2025. Conoce detalles del estudio y otros preparativos para la Misión Artemisa.
La Universidad de Colorado en Boulder ( CU Boulder ) dio a conocer a mediados de este mes que los resultados preliminares de un estudio realizado por un estudiante de postgrado del Departamento de Ciencias Astrofísicas y Planetarias sugirieron que en el interior de las cuevas y pozos lunares las condiciones son muy estables.
En un comunicado de la CU Boulder se muestra que, a diferencia de la superficie de la Luna en que las temperaturas oscilan entre los 120 °C y los -235 °C , en dependencia de su exposición al Sol, en el interior de los pozos y cavernas no se experimentan esos cambios bruscos.
A partir de simulaciones por computadora se emularon las temperaturas en el interior de formaciones de diferentes tamaños y formas bajo la superficie del satélite natural de la Tierra, teniendo en cuenta la incidencia de la luz solar en diferentes momentos de un período de tiempo determinado. Las temperaturas en el interior de las cuevas lunares obtenidas en esta simulación, se determinaron entre -120 °C y -70 °C, lo que les convierte en un entorno relativamente menos inhóspito que la superficie lunar.
Esto permite teorizar que las cavernas y pozos lunares pueden servir de morada segura a los futuros colonizadores y protegerlos de las intensas radiaciones ultravioletas . No obstante, es posible que estos “agujeros” no sean los reservorios naturales de agua que se esperan para garantizar la permanencia prolongada en la Luna. Las llamadas “trampas frías” , unos microcráteres que contienen agua helada, serían el complemento perfecto a cualquier asentamiento humano que se estableciera en la Luna.
Actualmente no se dispone de información sobre la cantidad exacta de cavernas y pozos que existen en la superficie lunar, ni de sus características, pero los esfuerzos conjuntos de varias instituciones parecen abrir nuevos caminos hacia la Luna.
Misión de la ESA investigará las cuevas lunares
Desde inicios de este año la Agencia Espacial Europea (ESA) trabaja en la realización de una misión para explorar las cuevas lunares. Las Iniciativas Europea Ampliación de Logística Lander (EL3) y luz de la luna de la ESA e integran estudios realizados en la Universidad de Würzburg y en la Universidad de Oviedo, que prevén bajar una sonda para explorar las paredes y el tramo inicial de los lunares “Tubos” que dan acceso a enormes cavernas bajo la superficie.
La Universidad de Oviedo, por su parte, desarrolló una tecnología para desplegar un enjambre de robots que puedan obtener imágenes del interior de las cuevas para enviarlas a un rover en la superficie, con el inconveniente de la ausencia de luz solar en su interior, y por tanto de energía.
Durante muchos años la superficie lunar se ha documentado mediante orbitadores y potentes telescopios, mientras que lo que oculta el interior de nuestro satélite natural sigue siendo un misterio.
Se acerca el día del regreso
Por su parte la NASA ha anunciado que la misión no tripulada Artemisa I , y la Artemisa II , con una nave tripulada que viajará alrededor de la Luna, iniciarán su cronograma de ejecución en febrero de 2022, para dar paso tan pronto como en el 2025 a la Artemisa III para el aterrizaje humano en la Luna.
Ante el inminente retorno del hombre a la Luna, casi 60 años después de que Neil Amstrong realizara la primera caminata de un humano en su superficie, muchos son los esfuerzos , no sólo para llegar, sino también para permanecer en ella.
Los estudios de las cavernas y pozos que pueden ser el “hogar” de los humanos en la Luna son imprescindibles para este propósito.