Sorpresa en el cielo: no se trata de un enorme vilano cósmico, sino de los restos de un raro tipo de supernova

Un reciente mapa en 3D de los restos de una supernova, cuya explosión se produjo en 1181, ha revelado una curiosa y misteriosa estructura de filamentos que recuerda mucho al vilano de la flor del diente de león.

nebulosa Dandalion
Impresión artística de los restos de la supernova Dandalion (Diente de León) con su inexplicable estructura de filamentos. Crédito: Observatorio W. M. Keck/Adam Makarenko.

Corría el año 1181 cuando, como escribieron astrónomos chinos y japoneses, apareció en el cielo una nueva estrella, exactamente en la constelación norteña de Casiopea. Los propios astrónomos señalaron en sus escritos que esta nueva estrella fue visible durante unos seis meses y luego desapareció.

11 años de estudios desde el descubrimiento

Después de eso, no hubo rastros ni noticias de esta estrella. Fue en 2013, es decir, después de 832 años, que un astrónomo aficionado, Dana Patchick, examinando imágenes infrarrojas de archivo obtenidas con el telescopio WISE (Wide-field Infrared Survey Explorer) en el marco de un Proyecto de Ciencia Ciudadana, encontró un objeto curioso, precisamente en el constelación de Casiopea.

Este objeto fue inicialmente clasificado como una nebulosa planetaria y denominado PA 30.

Los Proyectos de Ciencia Ciudadana son proyectos científicos en los que los ciudadanos comunes pueden hacer una aporte significativo, aunque no sean profesionales.

Sin embargo, las observaciones posteriores al descubrimiento mostraron inmediatamente que esta nebulosa planetaria tenía características bastante diferentes de las nebulosas habituales.

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Imagen de la Nebulosa del Diente de León obtenida con el telescopio Hiltner de 2,4 m en el Observatorio MDM en Kitt Peak, Arizona. Crédito: Crédito: Fesen et al. 2023, ApJL, 945, L4.

De hecho, su caparazón se expande a una velocidad de unos 1.000 km/s, la estrella central sopla vientos de hasta 16.000 km/s y, finalmente, no hay rastros ni de hidrógeno ni de helio, por lo que la nebulosa debería ser rica. Más bien, la nebulosa es rica en elementos mucho más pesados, como oxígeno y carbono.

Las nebulosas planetarias son capas de polvo y gas (hidrógeno y helio) expulsados por estrellas gigantes rojas en la fase final de su vida, antes de convertirse en estrellas enanas blancas.

La explicación más plausible propuesta por los astrónomos es que la nebulosa fue producida por una explosión debida a la fusión de dos enanas blancas, es decir, de dos estrellas ya "muertas", pobres en hidrógeno y helio, pero ricas en oxígeno y carbono. Su fusión generó una forma rara de supernova, clasificada como SN Tipo Iax.

Raras supernovas de tipo Iax explotan cuando dos estrellas enanas blancas se fusionan.

Conociendo la velocidad de expansión de la parte externa y sus dimensiones fue posible retroceder y fechar el momento en que se produjo la explosión de la supernova. La fecha derivada es precisamente 1181.

Esta es precisamente la supernova observada por los astrónomos chinos y japoneses.

¿Por qué se le llama diente de león?

El Dandalion es una flor amarilla (el diente de león común), lo que llamamos "diente de león". Las semillas de esta flor se disponen formando una característica esfera, el vilano, también llamado "quitanieves" porque si se sopla, sus semillas salen volando de forma que recuerdan a los copos de nieve.

vilano
Papus característico de la flor del Diente de León.

La Nebulosa del Diente de León fue observada recientemente con el telescopio Keck II. La herramienta utilizada se llama KCWI (Keck Cosmic Web Imager).

Este instrumento está dividido en dos mitades, una de las cuales observa en la parte azul y la otra simultáneamente en la parte roja del espectro visible. En el caso de imágenes extendidas, como la de la nebulosa Diente de León, es posible obtener información espectral de cada parte de la imagen y comprender su movimiento, ya sea acercándose o alejándose.

Estas observaciones han permitido obtener un mapa tridimensional de los restos de la supernova que muestra una estructura de filamentos absolutamente peculiar, similar a la flor del diente de león, de ahí su nombre.

Cada filamento emana de la estrella central y se aleja de ella a una velocidad de unos 1.000 km/s.

Aún sigue siendo un misterio por qué el material expulsado por la explosión adoptó esta estructura de filamentos y no la clásica forma de concha producida por la onda de choque.

Es un objeto tan interesante que pronto lo volveremos a ver con nuevos detalles, ¡tal vez en las imágenes de James Webb!