Té de menta y anís: el dúo perfecto para la digestión y el alivio estomacal

Descubre cómo combinar estas dos plantas medicinales en una infusión no solo calma el estómago, sino que también ofrece múltiples beneficios para tu salud

Infusión menta y anís
La combinación de menta y anís ha sido utilizada durante siglos como remedio natural para aliviar la pesadez y los problemas digestivos.

¿Quién no ha sentido alguna vez esa sensación incómoda después de una comida contundente? Ese nudo en el estómago que nos roba la energía y nos deja deseando un remedio mágico.

No hace falta recurrir a pociones extrañas ni a brebajes complicados. La naturaleza, en su infinita sabiduría, nos ofrece una solución sencilla y deliciosa: el té de menta y anís.

Una infusión que deleita el paladar y que actúa como un bálsamo para nuestro sistema digestivo.

Un dúo con historia y ciencia

Tanto la menta como el anís tienen un largo historial de uso medicinal. Los antiguos egipcios y griegos ya utilizaban la menta para tratar problemas digestivos, mientras que en la medicina persa se mastican hojas de menta para aliviar molestias bucales y estomacales.

El anís, por su parte, es una planta tradicional en la medicina iraní, reconocida por sus efectos carminativos, es decir, su capacidad de reducir los gases y la hinchazón.

Desde una perspectiva científica, la menta, especialmente la variedad piperita, contiene mentol y mentona, compuestos que relajan los músculos del tracto digestivo y favorecen el flujo de bilis, facilitando la digestión.

Por otro lado, el anís destaca por su contenido en anetol, una sustancia con propiedades relajantes y antiinflamatorias que puede ayudar a reducir espasmos intestinales y aliviar la acidez.

Menta y anís: un equipo ganador

Además de su conocido efecto digestivo, el té de menta y anís ofrece otros beneficios para la salud:

  • Alivio de náuseas: El aroma fresco de la menta y el sabor dulce del anís pueden calmar las náuseas leves.
  • Propiedades antiinflamatorias: Ambos ingredientes tienen compuestos que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo.
  • Refuerzo inmunológico: El anís, en particular, tiene propiedades antimicrobianas que pueden ayudar a combatir infecciones.

Sin embargo, es importante recordar que, aunque es una infusión natural, no es recomendable para personas con reflujo gastroesofágico (ERGE) o mujeres embarazadas sin consultar antes con un médico.

Un sorbo de bienestar

Preparar este té es tan fácil como disfrutarlo. Solo necesitas un puñado de hojas de menta fresca y unas semillas de anís. ¿Cómo hacer la infusión perfecta? Te dejamos esta receta:

  • 2 tazas de agua.
  • 1 cucharada de hojas de menta fresca (o una bolsita de té de menta).
  • 1 cucharadita de semillas de anís.
  • Miel o limón al gusto (opcional).

Para disfrutar de todos los beneficios debes triturar ligeramente las semillas de anís para liberar sus aceites esenciales. Hierve el agua y añade las semillas de anís y las hojas de menta, dejando reposar tapado durante 5 a 10 minutos. Cuela y sirve caliente. Si lo prefieres, endulza con miel o añade unas gotas de limón.

Té de menta
Si buscas una opción más rápida, las bolsitas de té comerciales son una alternativa conveniente, solo asegúrate de elegir aquellas que contengan ingredientes naturales y evita las mezclas con cafeína si buscas un efecto relajante.

Ya sea para mejorar la digestión, aliviar cólicos o simplemente disfrutar de un momento de calma, esta bebida se ha ganado su lugar en la lista de remedios caseros infalibles.

Así que, la próxima vez que tu estómago proteste, recuerda: una taza de té de menta y anís puede ser la solución natural que necesitas.

Fuente y referencias de la noticia:

- Ajaikumar B., et all. (2009). Mint and Its Constituents. Molecular Targets and Therapeutic Uses of Spices.

- Shojaii A., M.Fard. (2012). Review of Pharmacological Properties and Chemical Constituents of Pimpinella anisum. International Scholarly Research Notices.