Tormentas solares ponen en riesgo las futuras misiones a la Luna
Los planes para que los humanos regresen a la Luna podrían convertirse en una carrera contra el tiempo, dicen los científicos. Los retrasos en la actual agenda pueden coincidir con un peligroso período de actividad meteorológica espacial.
Diciembre de 1972 fue la última vez que los humanos pisaron la Luna, durante la misión Apolo 17 de la NASA. Con nuevas misiones planeadas para 2024, el regreso al paisaje lunar podría verse comprometido por grandes tormentas solares.
La advertencia proviene de un estudio realizado por un grupo de científicos de la Universidad de Reading, uno de los análisis más profundos de la sincronización de las tormentas solares jamás realizado. Observando 150 años de datos del clima espacial pasado, los investigadores determinaron que los eventos climáticos espaciales extremos ocurren con más frecuencia al principio de los ciclos solares pares y al final de los ciclos solares impares.
“Hasta ahora, se pensaba que la ocurrencia de los eventos meteorológicos espaciales más extremos eran aleatorios y, por lo tanto, se podía hacer muy poco para planificar acerca de ellos”, dijo el profesor Mathew Owens, físico espacial de la Universidad de Reading, en un comunicado. "Sin embargo, esta investigación sugiere que son más predecibles, generalmente siguiendo las mismas 'épocas' de actividad que los eventos meteorológicos espaciales más pequeños".
Eyecciones de masa coronal
Las tormentas solares son causadas por grandes erupciones de plasma desde la superficie del Sol. Estas se conocen como eyecciones de masa coronal y ellas dan origen de perturbaciones geomagnéticas generalizadas cuando llegan a la Tierra. Las eyecciones de masa coronal están relacionadas con el ciclo de 11 años del campo geomagnético del Sol. Durante cada ciclo, los polos magnéticos norte y sur del Sol cambian de lugar, lo que da como resultado un período máximo solar, donde la actividad solar es máxima, y un mínimo solar, donde la actividad se reduce considerablemente.
Actualmente estamos entrando en las últimas etapas de un ciclo solar impar, lo que significa que existe un mayor riesgo de eventos climáticos solares extremos en los próximos años.
Las investigaciones previas se basaron en gran medida en observaciones para evaluar los periodos de incidencia de las tormentas solares, sin embargo, este nuevo estudio utilizó modelos estadísticos. Al examinar los datos de los instrumentos que miden los campos magnéticos en la atmósfera de la Tierra, los investigadores pudieron trazar un mapa del patrón que adoptan los fenómenos meteorológicos extremos.
Una misión de primicias
Los hallazgos son importantes para las operaciones de viajes espaciales, ya que las tormentas solares pueden ser extremadamente peligrosas tanto para los astronautas como para los satélites. Si una misión tripulada a la Luna quedase atrapada en una tormenta severa, habría una amenaza real de errores técnicos importantes, así como problemas de salud para los astronautas.
La próxima misión tripulada a la Luna -un programa dirigido por la NASA conocido como Artemis- está planificada para 2024, pero es posible que deba retrasarse dependiendo de la actividad solar. Si tiene éxito, la misión se convertirá en la primera vez en más de 50 años que los humanos pondrán un pie en la Luna. No solo eso, la misión planea llevar a la primera mujer y la primera persona de descendencia africana a la Luna, lo que la hace particularmente significativa.
El estudio también sugiere que existe una probabilidad especialmente alta de fenómenos meteorológicos espaciales extremos entre 2026 y 2030, por lo que las futuras misiones deberán tener en cuenta posibles retrasos. Junto a la NASA, las agencias espaciales en Europa, Japón, China y Rusia tienen planes de llevar humanos a la superficie lunar, convirtiendo las las próximas décadas en un momento muy emocionante para los viajes espaciales y la exploración de nuestro sistema solar.