Trastornos de sueño y salud: un binomio cuasi perfecto
Si estás entre los que sufren algún trastorno del sueño aquí encontrarás respuestas. Desde una mirada científica nos acercaremos a este problema de salud y su incidencia en el bienestar humano.
Todos los animales que existen sobre la Tierra tienen que dormir, aunque la forma en que duermen y el tiempo en que lo hacen, varía de una especie a otra. Algunos mamíferos duermen dos o tres horas al día, en tanto que otros pueden dormir hasta 20 horas. Según investigaciones científicas, la especie humana en la prehistoria dormía 12 horas, alternando 3 a 4 horas de sueño con 2 o 3 de vigilia.
Con el desarrollo de la sociedad, estos patrones de sueño se fueron modificando, al mismo tiempo que aparecían perturbaciones que en muchas ocasiones se relacionaban con sucesos místicos o inexplicables.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sueño es un proceso biológico complejo, reversible, durante el cual disminuye el estado de conciencia de la persona y su capacidad de reacción ante los estímulos externos. Es una actividad fisiológica imprescindible para la vida, que modula física y psíquicamente al individuo durante toda su vida. Es por ello que se realizan investigaciones multidisciplinarias para comprender las causas y consecuencias de sus trastornos en el bienestar de las personas.
Insomnio
La OMS identifica cerca de un centenar de trastornos del sueño, pero el insomnio es el más frecuente. Entre el 8 y el 10% de la población adulta tiene dificultades para conciliar el sueño y mantenerse dormido de manera permanente (insomnio crónico), mientras que un 40% lo padece de forma transitoria.
Apnea del sueño
La apnea del sueño es un trastorno grave, y se identifica como la detención y reanudación de la respiración repetidas veces durante el descanso. Está asociada a la falta de señales que envía el cerebro al sistema respiratorio, o al bloqueo de la entrada de aire por la relajación de los músculos de la garganta. Entre el 4 y el 20% de la población general está afectada por esta condición. La obesidad aumenta el riesgo de apnea, así como el hábito de fumar que causa la inflamación y retención de líquidos en las vías respiratorias superiores.
Sonambulismo
El sonambulismo es otra parasomnia identificada como un trastorno de vigilia que ocurre en la fase del sueño más profunda. Son más frecuentes los episodios nocturnos en las dos primeras horas de iniciado el período de sueño, y se caracterizan por comportamientos que van desde sentarse en la cama y hablar, caminar, no responder ni comunicarse con otras personas y tener una mirada vidriosa y perdida.
Se apunta al estrés como una de las principales causas, así como a episodios febriles y a la ausencia de descanso durante períodos prolongados.
También la ingestión de bebidas alcohólicas y el consumo de hipnóticos y sedantes, pueden estar relacionados con este trastorno. Si los episodios no son repetitivos y frecuentes, y no se pone en riesgo la integridad física de la persona, no constituyen una preocupación de salud, aunque se recomienda incidir en las posibles causas.
La salud y el sueño van de la mano
Los trastornos del sueño no siempre se asocian a factores psicológicos como el estrés, la ansiedad y la depresión. En muchas ocasiones, enfermedades metabólicas, cardiovasculares, ginecológicas, respiratorias y gastrointestinales pueden desencadenar trastornos del sueño, por lo que el estudio integral de un paciente es indispensable para su diagnóstico y la solución de la parasomnia que le aqueja.
En las últimas décadas, se le ha conferido gran importancia al estudio del sueño, y científicos de todo el mundo se han unido en la World Sleep Society, que cada año convoca a celebrar el Día Mundial del Sueño para concientizar en su importancia para tener sociedades más saludables y fuertes. Este 17 de marzo se celebrará bajo el lema “Equidad en el sueño para la salud global”, y te deseo que, después de dar tu contribución para entender la importancia de una pausa reparadora, puedas dormir plácidamente.