Los tres faros más peligrosos y asombrosos del mundo
El 7 de agosto se conmemora el 'Día Mundial del Faro'. Repasamos el top 3 de los faros más peligrosos y asombrosos del mundo. Te contamos, con impactantes imágenes, por qué son atemorizantes.
Los faros, musa de tantos artistas. Músicos, escritores, pintores han visto (y ven) en estas inmensas estructuras luminosas toda una inspiración. Son señales guía, fuertes, resistentes, algunos antiquísimos, muy solitarios y despojados, pero de gran valor porque su presencia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Si bien los modernos sistemas de navegación por satélite, como el GPS, ponen en riesgo el empleo de los fareros, una profesión en vías de extinción, siguen siendo de utilidad para la navegación nocturna, porque permiten verificar el posicionamiento de la nave en la carta de navegación.
Estas grandes construcciones en forma de torre, tienen un sistema de iluminación conformado por un foco y un mecanismo de giro, fundamentales para la navegación nocturna. Suelen estar emplazados en islotes, costas rodeadas de arrecifes y las entradas de los puertos.
El 7 de agosto se rinde homenaje mundialmente a los faros, con la finalidad de reconocer y divulgar su importancia en la señalización marítima. Este día mundial surgió en EE.UU. para conmemorar la firma de la Ley para el Establecimiento y el Apoyo de Faros, Balizas, Boyas y Muelles Públicos, aprobada por el Congreso de los EE.UU. en el año 1789. Luego, muchas otras naciones se sumaron a esta celebración: 'Lighthouse Day' o 'Día Mundial del Faro'.
Los faros siguen un código descriptivo llamado 'luz característica', que sirve para identificarlo. En la parte superior de la torre se encuentran una o dos lámparas muy potentes. En los faros marítimos la lámpara dispone de lentes de Fresnel cuyo número, ancho, color y separación varían según cada faro. Cuando en la oscuridad el faro se encuentra en funcionamiento, la lámpara emite haces de luz a través de las lentes que giran en 360°.
No solo advierten a los navegantes sobre la proximidad de la orilla, sino que también logran reconocer frente a qué punto de la costa se encuentran, observando los intervalos y colores de los haces de luz emitida.
Algunas veces situados en paisajes espectaculares con vistas paradisiacas, otras frente a los mares más imponentes del mundo. Hacemos un repaso por los tres faros destacados como los más peligrosos y/o asombrosos del mundo.
Faro La Jument
Emplazado en una de las regiones oceánicas más peligrosas de Europa, se trata de uno de los faros más inhóspitos y peligrosos del planeta. Esta torre fue construida sobre la roca La Jument, a 300 de la costa sudoeste de la Isla de Ouessant, situada en el Departamento de Finisterre, en Bretaña, Francia. Resiste tormentas con vientos muy intensos que provocan olas de decenas de metros de altura.
El faro La Jument cobró mucha popularidad luego de una fotografía dramática, tomada por Jean Guichard en el año 1989. El 21 de diciembre de ese año, un sistema de baja presión procedente de Irlanda generó olas de hasta 30 metros de altura, que rompían contra el faro en donde una persona esperaba para ser rescatada.
Las olas inundaron las plantas bajas de la torre y su único habitante, Theodore Malgor, se refugió en el cuarto de luces del faro, a la espera de ser rescatado. El fotógrafo Guichard, desde un helicóptero alrededor del faro, salió a tomar imponentes imágenes.
Al escuchar las hélices de ese helicóptero, Theodore, creyó que se trataba de la llegada de su rescatista, se apresuró y bajó a la entrada del faro. En ese mismo instante, una ola inmensa se elevó sobre la parte trasera del faro, Guichard pudo inmortalizar ese momento con su cámara, y por fortuna Theodore pudo volver a ingresar al faro sin sufrir ningún accidente, días más tarde fue rescatado.
Faro St. Joseph: 'la torre helada'
Se encuentra en la desembocadura del río St. Joseph, cerca del parque Tiscornia, en el Muelle Norte de St. Joseph sobre el rompeolas norte del Lago Michigan, EE.UU. Cuenta con dos faros, uno exterior y otro interior, que fueron construidos hace ya más de un siglo.
Con solo una altura de 17.37 metros, se destaca por ser testigo de tempestades invernales con viento gélido que lo deja totalmente recubierto de hielo, al menos una vez al año, cuando las temperaturas alcanzan valores entre diciembre y febrero de -18 °C, por ejemplo. Las grandes olas chocan contra el muelle y los faros, creando y esculpiendo formaciones de hielo dignas de un cuento de hadas.
Faro de Mouro: el guerrero de las olas
Este faro se encuentra en la Isla de Mouro, en la entrada de la Bahía de Santander, Cantabria, España. Se puso en funcionamiento por primera vez el 15 de febrero de 1860. Con una altura focal de 38.7 metros sobre el nivel del mar, y 18.39 metros de altura sobre el suelo.
Su diseño es similar a otros faros de roca de los que alumbran las costas inglesas, con una torre cónica blanca. Actualmente deshabitado, los fareros permanecieron hasta 1921, pero se tomó la decisión de abandonar la zona por los numerosos temporales que azotan la región, dejando a los trabajadores incomunicados por largos días.
Es su historia como 'faro peligroso', se tienen muy presente algunos episodios en particular. Por ejemplo, el temporal ocurrido en 1865, el cual hizo que uno de los fareros perdiera la vida tras ser arrastrado por una ola gigante y empujado al mar. Otro incidente lúgubre ocurrió durante el fuerte temporal de viento y olas en 1896, uno de los dos fareros que residían en la isla murió de forma repentina, y su compañero tuvo que convivir varios días con el cadáver, hasta que pasó la tormenta y lo rescataron.
Un temporal fortísimo, en febrero de 1996, destrozó completamente el sistema de iluminación y el faro permaneció fuera de servicio por un tiempo, dado que las condiciones meteorológicas e hidrológicas adversas imposibilitaron el acceso para repararlo.