Un agujero negro inactivo ha despertado: nunca antes habíamos observado que un agujero negro pasara de inactivo a activo

Un punto débil en el cielo (cuando aparece la galaxia SDSS1335+0728) se vuelve cada vez más brillante. El agujero negro que dormía en él se ha despertado y tiene mucha hambre.

SDSS1335+0728
Representación artística de la lejana galaxia SDSS1335+0728 que comienza a brillar debido a la presencia en su interior de un agujero negro que ha despertado. Crédito: ESO/M. Kornmesser.

Los agujeros negros se encuentran entre los objetos más interesantes y fascinantes, pero también poco conocidos, del universo. Parece que, con diferencia, la pregunta más frecuente a los astrónomos está precisamente relacionada con la naturaleza de los agujeros negros: ¿qué son los agujeros negros?

Agujeros negros

Sabemos que se trata de estrellas muy masivas que terminaron su ciclo evolutivo con una violenta explosión de supernova. Esto dejó como residuo un objeto ultracompacto, cuya fuerza gravitacional es tal que también retiene la luz.

La luz que no sale de la superficie del agujero negro lo hace invisible, de ahí el nombre de agujero negro.

Hay dos tipos de agujeros negros: los agujeros negros activos y los inactivos.

Los agujeros negros activos son extremadamente brillantes, pero no porque la luz pueda escapar. Son luminosos porque tienen en sus proximidades otros objetos que, atraídos por su inmensa fuerza gravitacional, están siendo devorados por ellos. En su trayectoria en espiral que desembocará en el interior del agujero negro, la materia, que se acelera rápidamente, emite una intensa radiación electromagnética que hace que los agujeros negros sean extremadamente brillantes.

En el caso de los agujeros negros activos, es la materia circundante (estrellas, planetas, otros agujeros negros, ...) la que, al caer en ellos, emite una radiación electromagnética muy fuerte que revela su existencia al observador.

En el caso de los agujeros negros inactivos, no cae materia en ellos, por lo que permanecen invisibles. Más bien, si estos están unidos gravitacionalmente a otros objetos masivos, por ejemplo una estrella, entonces la estrella exhibirá un movimiento elíptico alrededor del centro de masa común. Será precisamente este movimiento del compañero el que revelará la existencia del agujero negro.

El despertar: de la quietud a la actividad

La galaxia SDSS1335+0728 ha aparecido recientemente en los titulares, ya que parece ser la primera galaxia en la que se ha observado el despertar de un agujero negro inactivo.

Empecemos diciendo que esta galaxia, al ser extremadamente distante, se encuentra a unos 300 millones de años luz de la Tierra en dirección a la constelación de Virgo, incluso con los telescopios más potentes de esta investigación (como el telescopio ESO VLT utilizado en esta investigación). aparece como un punto.

En 2019 el brillo de este punto (la galaxia) empezó a aumentar.

Hay muchos fenómenos en el cosmos que pueden provocar un aumento temporal del brillo de una galaxia. El fenómeno más común es la explosión de supernova. Sin embargo, la duración de este aumento de brillo en este caso es corta, no más de unos pocos cientos de días. Por este motivo estos fenómenos se denominan “transitorios”.

SDSS1335+0728
En la representación artística se muestran dos fases en las que se forma un disco de materia alrededor del agujero negro que, al caer en él, lo hace cada vez más brillante. Crédito: ESO/M. Kornmesser.

En el caso de la galaxia SDSS1335+0728 el brillo empezó a aumentar pero nunca se detuvo. Han pasado más de 4 años y el brillo sigue aumentando.

Salvo que este aumento se deba a un fenómeno aún desconocido, la hipótesis más aceptada es que se trata de una galaxia con un agujero negro en su centro. Este agujero negro, de estar inactivo (por tanto invisible), ha despertado y se ha vuelto activo.

Por lo tanto, como se mencionó antes, significa que algo se acercó a él a tal distancia que fue capturado gravitacionalmente y ahora, al caer dentro de él, comenzó a emitir cada vez más luz, desde infrarroja hasta ultravioleta.

La emisión de rayos X también comenzó en 2014.

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La distancia de la galaxia no nos permite resolver espacialmente sus componentes y por tanto explorar en detalle dónde se origina esta emisión.

Se trata sin duda de un acontecimiento único nunca antes observado que ha despertado el interés de la comunidad astronómica. Se están tomando medidas para continuar las observaciones con otros telescopios e instrumentos.

Fuentes y referencias de la noticia:

“SDSS1335+0728: The awakening of a ∼ 106M⊙ black hole”. Astronomy & Astrophysics (https://aanda.org/10.1051/0004-6361/202347957).