¿Y si nos sumamos a la revolución verde? Descubre el poder de los abonos naturales

Desde excremento a restos vegetales o cenizas, hay todo un abanico de opciones para quienes buscan dar el paso desde métodos de cultivo tradicionales a otros más sustentables y respetuosos con el medioambiente.

Familia "jardineando"
La composición orgánica de los abonos naturales beneficia tanto a las plantas como al ecosistema en general, promoviendo un equilibrio natural y una tierra fértil.

En un giro ecoamigable, el uso de compuestos de origen natural está ganando terreno respecto a aquellos elaborados artificialmente. Lo saben jardineros y agricultores comprometidos con la sostenibilidad.

No importa si tienes un par de plantitas en tu balcón o un huerto con todo tipo de especies, hoy en día las personas están buscando alternativas para sumarse a esta “revolución verde”.

Estos fertilizantes orgánicos, derivados de recursos naturales, están demostrando ser una alternativa efectiva a los productos químicos sintéticos.

Razones hay de sobra. Ya sea por la necesidad de tener recursos alimenticios propios debido al alza de precios en frutas y verduras, aprovechar mejor los suelos para aumentar la producción agrícola o disminuir la cantidad de desechos orgánicos, todos son incentivos para explorar alternativas que, como valor añadido, nos llevan al camino de la sostenibilidad.

¿A qué nos referimos con abono natural?

Es necesario aclarar algunos conceptos para comprender la relevancia de todo este asunto.

Según se explica en el Manual del Compostaje del Agricultor elaborado por La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – más conocida como FAO por sus siglas en inglés –, “se considera que la materia orgánica es cualquier tipo de material de origen animal o vegetal que regresa al suelo después de un proceso de descomposición en el que participan microorganismos”.

Los abonos orgánicos son materiales cuya eficacia para mejorar la fertilidad y la productividad de los suelos ha sido demostrada.

Por otro lado, es importante mencionar que existe una diferencia entre los conceptos de “abono natural” y “abono orgánico”. Así lo explica Isabel Acuña, ingeniera agrónoma e investigadora del Centro de Biotecnología de Sistemas de la Universidad Andrés Bello.

“El abono orgánico usa exclusivamente restos orgánicos, tales como estiércol, restos vegetales, compost, humus, entre otros. El abono natural se refiere a un preparado en el que su base puede ser tanto de materia orgánica, inorgánica – como arena o algunos minerales extraídos de la tierra –, o una mezcla de ambos”, aclara la experta.

Desde compost a estiércol, un mundo de posibilidades

La versatilidad de los abonos naturales permite a los jardineros –o agricultores– elegir entre una amplia gama de opciones. Desde el compost de cocina hasta el estiércol proveniente de granjas locales, cada fuente aporta su propio conjunto único de nutrientes y microorganismos benéficos.

Compost
El compost es el resultado de la descomposición controlada y biológica de restos de comida, materiales de jardín y otros residuos orgánicos.

Y como dice la frase “para gustos colores”. En el mundo de la jardinería o agricultura sostenible encontramos de un cuanto hay. Un artículo de DoraAgri.com nos da una idea de algunos de ellos:

  • Compost: fabricado a partir de la separación y recolección de desechos vegetales caseros.
  • Estiércol: excrementos fermentados muy ricos en nitrógeno.
  • Abono verde: plantas que se siembran y cultivan expresamente para voltearlas e incorporarlas al suelo como material nutriente.
  • harina de hueso: Se elabora a partir de huesos de animales triturados. Es rica en fósforo y calcio.
  • Fosfato de Roca: se extrae de rocas minerales y arcilla.

Más que nutrientes para plantas

La elección de abonos naturales no solo beneficia a nuestros cultivos, sino que también tiene un impacto positivo en el medio ambiente.

La producción y aplicación de fertilizantes químicos a menudo conlleva una huella ecológica significativa y puede contribuir a la contaminación. En contraste, los abonos naturales promueven prácticas agrícolas y de jardinería más sostenibles.

Las ventajas de su uso son múltiples, solo por nombrar algunas:

  • Los componentes orgánicos alimentan a microorganismos beneficiosos, haciendo que el suelo sea más fácil de trabajar.
  • Mejora la fertilidad del suelo y optimiza su textura, drenaje y aireación.
  • Mejora los atributos de calidad de los productos, así como el rendimiento.
  • No contienen productos químicos nocivos que contribuyan a la contaminación del agua y del suelo.

El uso de abonos naturales representa un paso significativo hacia un futuro más sostenible y equilibrado con la naturaleza. No lo pienses más, si te gusta la jardinería, tienes un huerto o un campo y aún no te apuntas a la revolución verde, ¡pues ya es hora!